A pesar que son muchísimas las personas que tienen algún tipo de discapacidad o diversidad funcional, su participación laboral es a menudo limitada, o hasta inexistente, y no por su condición como tal, sino por la ausencia de condiciones facilitadoras, falta de conocimiento o, simplemente, falta de voluntad.

Esta es la realidad que buscan cambiar con la iniciativa que promueven Viviane M. Fortuño, presidenta de CTI Consulting Group, y María del Carmen Rodríguez Morales, especialista en inclusión, accesibilidad y discapacidad.

De acuerdo con Fortuño, la iniciativa responde tanto a esa necesidad de la comunidad de personas con discapacidad y diversidad funcional, como las dificultades que están enfrentando las empresas para poder reclutar talento.

Ante esa realidad, CTI forjó una alianza con Rodríguez Morales, para educar a las empresas y facilitar la contratación de ese talento de personas con diversidad funcional, “que son unos profesionales maravillosos”.

“De ahí viene la idea, o como le dice María del Carmen, el junte. Empiezo a ver todas las alternativas posibles, y una de esas es crear consciencia de que sí se pueden hacer ciertos ajustes en el entorno laboral para poder acomodar a los profesionales con ciertas necesidades a nivel funcional”, como puede ser la necesidad de uso de una silla de ruedas, por ejemplo, comentó Fortuño.

“Lo que estamos haciendo es capacitando, brindando consultoría a empresas, creando consciencia, porque la gente no sabe, no entiende y hay mucho sesgo inconsciente, estigmas”, agregó.

Más allá de las personas en sillas de ruedas, o con alguna condición física, hay padecimientos que también son cobijados como diversidad funcional.
Más allá de las personas en sillas de ruedas, o con alguna condición física, hay padecimientos que también son cobijados como diversidad funcional. (Ramon " Tonito " Zayas)

Rodríguez Morales explicó que, aunque hay empresas que están comprometidas con la inclusión de personas con diversidad funcional, “no tienen todo el conocimiento”, así que se acercan en busca de información y para tener contacto con la comunidad y ver dónde pueden “identificar potenciales talentos y qué deben tomar en consideración”.

“Igualmente, hay otras (empresas) que están en esa parte de cumplimiento general, y hasta ahí. Así que queremos apelar a esa parte de seguir apoyando a los que ya están más conscientes y necesitan ese apoyo, e igualmente seguir concientizando y muy enfocados también en ir más allá del cumplimiento. Porque al final, no solo es el cumplimiento, sino que es un beneficio social, es un beneficio para la empresa… nos beneficia a todos”, añadió la especialista.

Parte de la capacitación y concientización busca educar en los diferentes tipos de diversidad funcional, y cómo se puede crear un entorno favorable para esas personas. Además de hablar de los posibles retos, también se enfocan en los beneficios que puede traer la integración de personas con diversidad funcional, “porque así tú vas creando esa empresa más sostenible. Vemos como una ventaja competitiva, como un valor agregado tener esa fuerza diversa, sobre todo en estos momentos que uno habla de sostenibilidad”.

Más allá de lo que se puede ver

Rodríguez Morales destacó también que, como parte de la educación a las empresas, también les explican que, si bien las leyes principales, incluyendo las federales, utilizan el concepto de discapacidad, la tendencia es a favorecer el uso más abarcador del concepto de diversidad funcional, que precisamente se enfoca más en la diferencia y no en las limitaciones.

“Regularmente, cuando hablamos de discapacidad, siempre le digo a los clientes, lo fácil es verlo. Pero cuando no se ve, ahí es más difícil y en muchas ocasiones se añaden mayores sesgos”, indicó, agregando el dato de que “el 70% de lo que conocemos como discapacidades, son no visibles”.

Además de las condiciones físicas evidentes, como aquellas que requieren el uso de una silla de ruedas o bastón, la extensa lista de diversidad funcional, incluye condiciones de salud mental como bipolaridad, depresión, ansiedad, déficit de atención (con o sin hiperactividad), trastorno de espectro de autismo; personas ciegas o con baja visión, personas sordas; condiciones de salud como diabetes, enfermedad de Crohn, fibromialgia, esclerosis múltiple, entre muchas otras.

Rodríguez Morales subrayó, además, que más allá de promover la integración laboral de personas con diferentes tipos de diversidad funcional, la iniciativa busca también impulsar la noción de que, pensando en los clientes, “si tengo espacios, productos y servicios que toman en consideración la diversidad funcional”, resulta en un ambiente acogedor para todas las personas, incluyendo a esos clientes.

Las expertas comentaron que, parte de las dificultades en torno a este tema, es que no hay muchas estadísticas o datos disponibles. Los últimos datos para Puerto Rico apuntan a un 22% de la población que tiene algún tipo de diversidad funcional, si bien esa cifra incluye a personas que no tengan potencial de empleo.

“Sin embargo, hay como un ‘gap’ entre que somos muchos, y cuántos estamos realmente en ese mercado laboral”, comentó Rodríguez Morales, quien además de asesora en la materia, tiene una discapacidad física.

Explicó que la experiencia es que el proceso de buscar empleo se hace todavía más complejo para las personas con diversidad funcional, porque “no entienden, hacen preguntas quizás inadecuadas, no sabes si el lugar de entrevista va a ser accesible”, así que la educación a las empresas también incluye buscar que hagan ese proceso de reclutamiento más accesible e inclusivo.

Por otro lado, agregó que existen recursos que las empresas también pueden consultar, tales como la Administración de Rehabilitación Vocacional, que tienen programas para preparar a esa persona con una diversidad funcional para entrar al mercado laboral, o el programa Talento Infinito, del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos.

Departamento del Trabajo cuenta con el programa Talento Infinito, dirigido a personas con diversidad funcional.
Departamento del Trabajo cuenta con el programa Talento Infinito, dirigido a personas con diversidad funcional. (Josian Bruno/GFR MEDIA)

Fortuño resaltó que, afortunadamente, cada vez más las nuevas generaciones, y muchas empresas, favorecen la noción de bienestar en el entorno laboral, que ha permitido a las personas con diversidad funcional dialogar sobre su situación y necesidades, sin temor a discrimen o represalias.

Rodríguez Morales resaltó la importancia de ese ambiente que ofrezca seguridad para autoidentificarse, no solo para el empleado con alguna diversidad funcional que pueda llegar nuevo con sus limitaciones, sino para ese empleado que lleva tiempo en la empresa, que puede incluso ser uno de los talentos estrellas, y adquiere una diversidad funcional como resultado de alguna condición.

Por último, las expertas se refirieron al trabajo remoto o flexible, que tomó auge luego de la pandemia y que algunas empresas han adoptado en alguna medida, como una posibilidad adicional de ofrecer empleo para personas con diversidad funcional, y exhortaron a las empresas a dar esa mirada y explorar ese nuevo frente. Asimismo, destacaron que el desarrollo de la inteligencia artificial también está abriendo oportunidades adicionales para la integración de personas con diversidad funcional.

Como parte de la iniciativa, además, explicaron que abogarán porque la conocida lista que reconoce cada año a los Mejores Patronos, incluya también el tema de diversidad funcional.

Este junte en pro de la inclusión laboral de las personas con discapacidad y diversidad funcional estará ofreciendo una importante conferencia, por vía virtual, abierta a empresas y el público en general, el próximo martes, 30 de abril, de 9:30 a.m. a 10:30 a.m. Los interesados en participar, deben registrarse escribiendo a viviane.fortuno@cti-pr.com.