Sonríe a la vida tras dura batalla contra el cáncer
Hoy, Christopher es un joven de 18 años que cursa el duodécimo grado de una escuela en el estado de Florida.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Christopher cursaba el tercer grado de la escuela primaria cuando se enfrentó a un diagnóstico de leucemia que cambió la historia de su vida. Tenía ocho años.
Hasta ese momento, nadie sospechó que aquel dolor en el cuello era el síntoma silente de un cáncer que lo dejó sin caminar y el causante de su ausencia al plantel escolar durante nueve meses, pues estuvo hospitalizado luchando contra la enfermedad.
“Estaba jugando y de momento hice un movimiento y me empezó a dar un dolor en el cuello fuerte y entonces, mi madre me llevó al hospital y me decían que eran espasmos musculares que tenía a través de los ejercicios, pero después siguieron los dolores y dejé de caminar. Hasta que fui a una clínica y una doctora se fue corriendo detrás de nosotros al ‘parking’ y nos dijo fuera a Centro Médico a que me hicieran una prueba de cáncer”, contó el joven quien ahora tiene 18 años.
No pasó mucho tiempo al enterarse de que tenía leucemia linfoblástica aguda, justo cuando su madre Jessica comenzaba en un nuevo empleo, tras perder una plaza en el Departamento de Educación a causa de la Ley 7.
“Exactamente el día que fuimos a corroborar la biopsia de médula, la doctora nos dice ‘mamá, necesito que vengas al hospital porque quiero hablar contigo’. Entonces, dejé a Christopher en la escuela y fui solita. Ahí me dicen ‘no hay más alternativa’… te puedo describir que de los 40 años que tengo, ese fue el peor día de mi vida”, confesó su madre Jessica quien vivía con su familia en Carolina.

Sin embargo, a través de una doctora en Medicina se ampararon en la única solución para salvar la vida del pequeño que en ese entonces había cumplido 10 años.
“Cuando ella dijo St. Jude (Children’s Research Hospital), de que había una doctora interesada en el caso de Christopher, pero teníamos que estar dispuestos a irnos ‘mañana’. Era martes, cerré mis ojos y le dije a mi esposo ‘nos vamos’, porque era una oportunidad de vida para Chris que no podíamos perder. En ese instante la vida nos cambió, los pensamientos fueron de esperanza, de que había una oportunidad de que mi hijo viviera”, recordó.
No obstante, al dejar todo atrás para trasladarse a Memphis, Tennessee, también quedaron pospuestos los planes de Jessica quien estaba a punto de casarse con su prometido William.
“Fueron dos años bien duros… porque después que él empezaba a sentirse mejor, el cáncer había regresado silenciosamente. Fue bien difícil decírselo a mi familia, separarlo de la casa… yo tenía un hogar, unos hijos, me iba a casar para agosto y eso fue en abril de 2013, pero la prioridad era salvarle la vida a Christopher y pues, suspendimos todo”, relató la madre de dos hijos.
“Así que nos fuimos con lo que teníamos a la mañana siguiente, llegamos al hospital y había un equipo de más de siete personas esperándonos. Desde que llegamos allí te puedo decir que es el cielo en la Tierra porque no nos faltó nada, hubo medicamento, transportación; se convirtieron en una segunda familia, nos proveyeron hospedaje, alimentación… ellos canalizan todo lo que necesita tanto el paciente como la familia”, agregó.
En medio de la difícil situación, Jessica donó su médula ósea para salvar a su hijo menor, que fue posible ya que la institución cubrió los costos del procedimiento.
“Rápido St. Jude empieza con las opciones, a brindarnos las células madre que fue el primer tratamiento con células que me sacaron para ponerle a Chris… yo soy su donante. También recibió quimioterapia, radioterapia y en momentos que se sentía mal porque era un tratamiento fuerte, yo me paraba encima de la silla y le cantaba para que me viera contenta para que esos días en que se sentía adolorido, sin fuerzas, pudiera darle a él un ‘no te quites”, mencionó.
Tras 100 días de otra intensa batalla, Christopher entregó a su madre en una ceremonia nupcial organizada en la misma capilla del hospital.
“Ya él había pasado por todo eso, sabíamos que podía estar con nosotros, que había una luz de esperanza y dijimos ‘tenemos que pensar en nosotros también porque somos una familia y si Chris quiere, por ahí vamos’. Y lo hicimos allí, fue una experiencia muy bonita y estamos agradecidos del hospital por permitirnos casarnos allí”, sostuvo la fémina a siete años de su matrimonio.

“Ya Chris está catalogado como sobreviviente, St. Jude siempre está pendiente de nosotros, de todos los gastos médicos, este año no hemos volado por la pandemia, pero ya tenemos fecha para agosto del año que viene para que él pueda seguir en la clínica del sobreviviente”, agregó,
Al mirar el camino pedregoso que le ha tocado transitar, hoy, Christopher es un joven de 18 años que cursa el duodécimo grado de una escuela en el estado de Florida, Estados Unidos, con la meta de convertirse en actor y llenar de orgullo a la tierra que lo vio nacer.
“A los niños y jóvenes que enfrentan el cáncer quiero decirles que nunca se quiten… la vida nos va a dar duro porque de eso se trata. Uno nunca pierde en la vida, o gana o aprende y todas esas enseñanzas las tenemos que poner en uno y seguir adelante, peleando y siempre tener en mente que todo pasa por un propósito”, concluyó.
Radio Maratón St. Jude
Al cumplir más de medio siglo brindando tratamiento gratuito a niños con diversos tipos de cáncer, St. Jude Children’s Research Hospital realizará el radio maratón St. Jude Promesa y Esperanza organizado por Univisión Communications, Inc., que se llevará a cabo el jueves 3 y viernes 4 de diciembre a través de las plataformas digitales “We Won’t Stop”.
Durante el evento participarán artistas boricuas, entre estos, Ednita Nazario, Melina León, Jhonny Lozada, además de otras personalidades de la radio y la televisión de Univisión, junto con los artistas e influencers latinos quienes alentarán a los fanáticos y seguidores a convertirse en Ángeles de Esperanza (Angels of Hope) comprometiéndose con $19 mensuales.
Para unirse a la causa puede llamar al 1-800-998-8432 o acceda a www.stjude.org/camiseta.