Onamy Muñoz Resto, de 16 años, y Misael Rivera Villegas, de 18, pudieron haber estado en la larga lista de desertores escolares o estudiantes fracasados del Departamento de Educación. Pero, llegaron a tiempo al programa de Escuelas Alternativas de los Centros Sor Isolina Ferré y ahora relatan con esperanza cómo han reencaminados sus vidas para poder soñar y alcanzar sus metas.

Ambos estudiantes contaron a Primera Hora que llegaron a la escuela, localizada en Caimito, San Juan, por recomendación de sus madres, que buscaban darle un giro a los problemas que enfrentaban con malas notas y juntillas.

Onamy contó que llegó a los Centros Sor Isolina “desanimada” y a punto de colgarse en décimo grado. Solo le tomó nueve meses recuperarse, en medio de la pandemia del COVID-19, para salir con un diploma de cuarto año de esta experiencia educativa.

Señaló que lo que necesitaba era “cambiar de hábito” para lograr reencaminarse.

“Tenía malas notas. Básicamente, los maestros no nos ayudaban correctamente, no nos daban el apoyo. Al llegar aquí, pude crecer emocionalmente y personalmente... Me ayudaron a poder ayudarme a mí misma”, señaló la joven, que estudiará estética en el Century College de Bayamón.

La transformación más grande que dijo haber alcanzado Onamy en los pasados nueve meses fue en atreverse a hablar. Lo hizo a través de la ayuda que recibió de trabajadores sociales y los periodos que se dedican a los jóvenes para que logren mejorar.

“Me siento orgullosa de mí, porque he dado más pasos de los que pensé podía dar”, puntualizó.

Onamy resumió que, ya graduada de cuarto año, “yo sueño en grande”.

“Quiero trabajar, tener mi casa, mi carro. Tener mi negocio de estética”, enfatizó, al comentar que antes de llegar a los Centros Sor Isolina Ferré sus sueños “no eran tan grandes como ahora”.

Misael, por su parte, llegó en el 2019 a la escuela de Caimito, cuando ya había fracasado el décimo grado y sus amistades le ofrecían drogas.

“Me dio un ‘shock down’ emocional. No quería estudiar. Sinceramente, pienso que las amistades, la presión de grupo no me venía bien. Llegué a que me ofrecieran drogas, pero no acepté eso. Todo me afectó en el área emocional”, relató.

Misael Rivera Villegas y Onamy Muñoz Resto comparten frente a un mosaico con la imagen de Sor Isolina Ferré.
Misael Rivera Villegas y Onamy Muñoz Resto comparten frente a un mosaico con la imagen de Sor Isolina Ferré. (Frances Rosario)

En los pasados dos años, Misael logró descubrir su talento por el canto. Por ello, quiere ser cantante de música sacra. Además, señaló que se ha fortalecido emocionalmente y se siente capaz de lograr sus metas.

“No ha sido fácil, pero pienso que siempre se puede”, afirmó el joven con entusiasmo.

La clave de haber tenido éxito en los Centros Sor Isolina Ferré es que “pude reconocer, identificar y reaccionar” a las dificultades que enfrentaba para sobresalir en sus estudios, contó Misael.

“Pude identificar errores que me hacían que yo me detuviera a poder hacer algo más. Ahora, me siento más tranquilo, en paz conmigo mismo”, resumió, el joven quien dijo se encuentra buscando una institución para comenzar estudios en esteticismo.

Cambios como los logrados por Onamy y Misael en los Centros Sor Isolina Ferré se deben en gran medida a la ayuda “biosocial” que le proveen los Centros Sor Isolina tanto a los jóvenes desertores o a punto de dejar la escuelas, como a sus familias, explicó la trabajadora social Aida Rossy Clemente.

Señaló que buscan que los jóvenes descubran quiénes son y las carencias que han tenido para poder “cerrar ciclos” y emprender nuevos caminos. “Sanar heridas y evolucionar en la vida académica y profesional”, precisó.

La trabajadora social enfatizó en que el apoyo emocional que le proveen a los estudiantes es vital para que logren superarse.

“Me encanta la experiencia de los Centros Sor Isolina Ferré. Como persona, te hace crecer inmensamente el saber que una persona llega a donde nosotros llena de frustraciones, de miedo, y puede llegar a un lugar donde se le dice: ‘No tengas miedos. Yo voy a caminar contigo de la mano y el resto va a hacer éxito para tu vida’”.

Actualmente, los Centros Sor Isolina Ferré, ubicados en Caimito, Guayama y Ponce, se encuentran en proceso de matrícula para su programa de Escuelas Alternativas para estudiantes que han fracasado o estén a punto de hacerlo. Estos son becados, por lo que la aportación de los padres es mínima, informó la directora de los sistemas educativos, María de Lourdes López Maldonado.

En este programa, los estudiantes toman tres clases por trimestre de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. En estos periodos se enfatiza en el apoyo y oportunidad para descubrir sus talentos para que puedan continuar estudios o conseguir un trabajo.

López Maldonado informó que, tras graduarse, les dan seguimiento a los más de 1,000 que se han beneficiado en los pasados 13 años de este proyecto. Informó, de hecho, que un estudio que realizaron en el 2018 concluyó que entre el 80% al 85% de continúan sus estudios subgraduados.

“Nuestra misión es desarrollar de manera integral al joven para que pueda insertarse a la comunidad. Las historias de éxito se ven”, concluyó la directora.

Si está interesado en obtener más información de los Centros Sor Isolina Ferré y todos sus ofrecimientos de estudios, que incluyen programas prescolar, de Educación Especial y vocacionales, puede comunicarse al 787-842-0000 o contactarlos a través de las redes sociales.