El lenguaje es un elemento fundamental dentro de cualquier sociedad. Sin embargo, las personas con discapacidad auditiva deben enfrentar múltiples dificultades, incluyendo la limitación de acceso a servicios de salud, ante la falta de conocimiento del lenguaje de señas en las principales organizaciones públicas y privadas del país.

Con el fin de garantizar una mayor inclusión, por primera vez en su historia, el Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico (CTMPR) ofreció a su matrícula un taller de capacitación para que puedan servir a la comunidad sorda en el escenario médico del país.

“Para la comunidad sorda, la oportunidad de usar su propio idioma es clave para participar en la sociedad como cualquier otro grupo. Como parte de nuestra responsabilidad social y nuestro plan de trabajo de promover los valores como la inclusión, la equidad y la justicia social organizamos este taller de capacitación en lenguaje de señas para que nuestros tecnólogos médicos, en sus respectivas áreas de trabajo ya sea en laboratorios clínicos, hospitales, centros de salud, universidades, u otras, puedan servir a la comunidad sorda y facilitarles la obtención de servicios de salud”, indicó por escrito la licenciada Lillian Otero Cordero, presidenta del CTMPR.

En el taller “Cómo servir a la comunidad sorda en el escenario médico”, ofrecido por la profesora Sandra Zapata, recurso del Centro Educativo para la Integración, participaron cerca de 100 tecnólogos médicos provenientes de diversas partes de la isla.

También estuvo de invitada especial la directora de desarrollo profesional para el Registro de Intérpretes de Puerto Rico, Sara Camila Pastrana, quien lleva una trayectoria de trabajo con la comunidad sorda puertorriqueña de más de 25 años.

“Los servicios de salud son trascendentales porque de ellos dependen, muchas veces, la vida de las personas. El hecho de que la comunidad sorda pueda unirse con la oyente y pueda haber la integración con el lenguaje es sumamente importante. Con esfuerzos como este el sordo se puede sentir seguro de que le van a dar el servicio que él necesita sin tener la confusión y la inseguridad de que no lo entienden”, destacó por su parte, Zapata.

Durante el evento, los participantes obtuvieron conocimientos básicos del lenguaje de señas, como el abecedario, palabras y frases básicas utilizadas en el escenario médico, principalmente en el laboratorio clínico y el hospital, cómo abordar a una persona con discapacidad auditiva y la cultura del sordo.

Además, realizaron un ejercicio práctico en el que pusieron a prueba los conocimientos adquiridos. El taller les sirvió a los tecnólogos médicos como horas de educación continuada.

“Esto es solo el comienzo de muchas iniciativas que queremos desarrollar en beneficio de la comunidad sorda y otras comunidades menos desventajadas del país. En la medida que promovamos esfuerzos dirigidos a la inclusión y a que todos podamos disfrutar nuestros derechos básicos en igualdad de condiciones tendremos una mejor sociedad y un mejor futuro para nuestros hijos”, puntualizó Otero Cordero.

El CTMPR planifica repetir el taller en diversas áreas geográficas para que más tecnólogos médicos tengan acceso a esta valiosa herramienta y puedan servir a la comunidad sorda del país.

Según el censo de 2010, se estimó que en Puerto Rico existía una población de sobre 150,000 personas sordas. Sin embargo, estudios realizados establecen un vertiginoso aumento de personas diagnosticadas con pérdida de audición.