Mientras rezaba el Rosario y leía unos sermones, el sacerdote Winston Reinaldo Méndez Silvagnoli fue sorprendido por el terremoto de magnitud 5.4 que este sábado sacudió a la Isla.

Las lámparas, velas y hasta el micrófono que utilizaba durante su rezo en la parroquia Corazón de Jesús, localizada en el barrio Sabanera de Ponce, se empezaron a menear al son del temblor.

Aunque Méndez Silvagnoli mostró una cara de espanto al inicio del movimiento telúrico y llegó a levantarse de la silla por breves segundos, pudo continuar con el rito religioso tranquilamente.

“Tembló”, “OMG Padre” y símbolos de oración fueron escritos, de inmediato, por los feligreses que seguían el rezo. El religioso, sin embargo, no les contestó ni hizo alusión a la situación.

En entrevista telefónica con Primera Hora, Méndez Silgagnoli explicó que fue Dios quien le concedió la tranquilidad para continuar sus oraciones y así transmitir paz a quienes lo veían.

“Yo, en ese momento, estaba tranquilo, porque me sentía acompañado, que el Señor me estaba acompañando a mí”, afirmó.

Explicó que se levantó por un breve instante, porque pensó que el cirio pascual, que es una vela de gran tamaño, le caería encima.

“Yo me dije: ‘todo el mundo debe estar nervioso. Bueno, tengo que seguir rezando, porque no puedo interrumpir ahora porque ellos pueden salir de su casa con el celular’”, explicó.

Así ocurrió. Los feligreses le comunicaron que pudieron actuar con tranquilidad ante el terremoto, porque pudo continuar con el rito.

“El Señor me dio la gracia de poder estar tranquilo, para poder ayudar a otros, que por mi ministerio esa es la misión, poder ayudar a otros”, expresó.

Sin embargo, Méndez Silvagnoli dijo que se sorprendió de sí mismo por la actitud que pudo asumir.

“Yo me sorprendo de esa tranquilidad que tenía. Ha sido una gracia que el Señor me ha regalado en ese momento para poder ayudar a otros”, reiteró.

“Yo me pongo en manos de Dios y digo, ‘Señor ayúdame’. No me puedo desesperar, no puedo salir corriendo, tengo que dar apoyo a los que tengo que servir”, agregó.

Ahora que ha internalizado todo lo que ocurrió, el católico señaló que no tuvo temor.

“Desde que pasaron los temblores de enero y con todo esto de la pandemia yo he visto que en todo esto, verdad, el Señor me está dando unas gracias para ayudar a otro. No es que yo sea más valiente que todo el mundo, pero el tener la convicción de que esta no es vida definitiva, que hay una vida después de la muerte, ayuda a enfrentar momentos difíciles”, puntualizó.

A momento del temblor, Méndez Silvagnoli leía el “Sermón sobre la Encarnación del Verbo de San Atanacio Obispo”.

"Hizo de nuevo incorruptible a los hombres que habían caído en la corrupción y los llamó de muerte a vida, consumiendo totalmente en ellos la muerte... De ahí que el cuerpo que él había tomado al entregarlo a la muerte como una hostia y víctima limpia de toda mancha alegó el momento", interrumpió por el temblor.

El sacerdote miró a todos lados, por en unos breves segundos se levantó, aguantó el micrófono, pero luego volvió a sentarse. Buscó dónde se había quedado y continúo sin hacer comentarios sobre lo ocurrido.

“Es verdad, pues, que la corrupción de la muerte no tiene ya poder alguno sobre los hombres, gracias al verbo que habita entre ellos por su encarnación", prosiguió.

El sacerdote dijo a Primera Hora que antes de este sermón había leído una lectura que hablaba de tormentas y terremotos.

“Para mí, en ese momento, es ver cómo la palabra de Dios tiene esa fuerza de cumplirse”, opinó.

Por otro lado, Méndez Silvagnoli informó que a la parroquia no le sucedió nada durante el terremoto. De hecho, comentó que nada cayó al suelo.