Testifica menor en juicio contra su papá

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
PUBLICIDAD
ARECIBO - La niña Shakira Delgado, de 10 años de edad, presentó ayer su tercer día de testimonio en el juicio contra su padre, Tomás Delgado Nieves, y el amigo de éste, Eduardo Correa López, acusados por el asesinato de la madre de esa menor.
La nena fue contrainterrogada ayer por los abogados Jorge Gordon y Mayra López Mulero a través del sistema de circuito cerrado.
Como ha ocurrido durante sus tres días de comparecencia, el jurado, compuesto por 10 mujeres y dos hombres, sonreía con algunas respuestas de la menor o con los gestos que hacía mientras testificaba en una sala en la que hacía un frío monumental.
En tanto, Delgado Nieves y Correa López se han mantenido serios durante el desfile de prueba, que comenzó el jueves pasado en la sala del juez Juan Reyes Caraballo en el Tribunal de Arecibo.
Los fiscales Diana Cordero y Alberto Miranda presentaron cargos contra Delgado Nieves y Correa López por el asesinato en primer grado de Yadira Delgado Candelaria.
La joven de 28 años de edad apareció muerta con 108 heridas de arma blanca.
El padre y la madre de la menor estaban separados cuando ocurrieron los hechos el 29 de noviembre de 2006.
A preguntas de Gordon, la nena señaló que no sabía si su papá tenía llaves de la casa, pero que creía que su mamá se las había quitado.
De hecho, la menor dijo que su mamá le había advertido que no le abriera la puerta de la residencia a su papá si él se aparecía.
El día en que Delgado Candelaria murió la puerta de la casa no apareció forzada.
El abogado también confrontó a la menor con algunos datos específicos de lo que declaró en la vista preliminar, celebrada hace cerca de un año, pero en varias ocasiones la testigo no logró recordar esos detalles de su declaración.
La menor se tomaba su tiempo para pensar y en algunas ocasiones lograba recordar la respuesta, pero en otras admitía no tener recuerdos de lo que había declarado en ese entonces.
Asimismo, señaló que en una carta que dirigió al agente investigador Alejandro Montalvo no incluyó algunos de los detalles que ha dicho en sala cuando se le ha preguntado al respecto.
Por ejemplo, el que la menor no mencionó en la carta que tenía los espejuelos puestos la madrugada de los hechos, como ha dicho en el tribunal, ni que la luz del pasillo estaba prendida, ni que tenía puesto su reloj y por eso sabía la hora en que alega que vio a su padre y a su amigo dentro de la casa con cuchillos en sus manos y sus camisas ensangrentadas.
“Yo escribí esto tan rápido que se me olvidó”, comentó la menor, al explicar que escribió de noche y estaba por irse a dormir.
En tanto, a preguntas de Mulero, la niña dijo que ningún psicólogo la ha acompañado durante sus entrevistas con los fiscales, pero que ella ha acudido muchas veces a ese especialista.
Asimismo, la testigo reiteró que cuando se fue a dormir la luz del pasillo de la casa estaba encendida y que eso iluminaba su habitación porque, según dijo, “eso da más luz que yo no sé qué”.
La menor alega que vio a los acusados caminar por ese pasillo del baño a la habitación de su mamá.