Tiendas de discos batallan para poder sobrevivir en la era de bajar música del Internet
Cada vez se ven menos establecimientos comerciales con venta de CD.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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"¿Y todavía hay tiendas de música?"
Así leen algunos comentarios en la página de Internet primerahora.com, en una época en que cada vez más se ven desocupados los locales comerciales que por años, y hasta décadas, fueron ocupadas por tiendas de discos o CD.
Como en otras partes del mundo, estas tiendas en Puerto Rico – especialmente las pequeñas –han tenido que usar su imaginación y creatividad para mantenerse con vida mientras luchan contra la descarga de música –legal o ilegal– por Internet.
"La tienda que hoy en día venda música solamente no va a sobrevivir", afirmó Tony Cuñarro, dueño de la tienda La Luz en el Paseo de Diego en Río Piedras. "Aquí también vendemos instrumentos y otras cosas de música". Entre los servicios de venta por Internet más famosos resaltan iTunes y Amazon.com, que ofrecen música para populares aparatos móviles como mp3 playera, iPods y iPhones, entre otros. Desde su despegue, diversas estadísticas muestran su impacto en la industria de la venta de música en las tiendas.
Por ejemplo, tres años después del lanzamiento de iTunes en 2003, la gigante cadena de tiendas de música en Estados Unidos llamada Tower Records tuvo que acogerse a la bancarrota.
De acuerdo al diario The Washington Post, en el 2003 había 9,500 tiendas de franquicia de música en Estados Unidos y en el 2006, la cantidad bajó a 2,000. Mientras, entre 2004 y 2005, la venta de CD cayó en negativo 8% cuando la descarga de álbumes por Internet se disparó en un 199%.
Otras estadísticas, como las de Tommy Boy Records, indican que la venta de sencillos por Internet despegó desde cero en 2003 a 1.2 millones en 2009, mientras las ventas de CD cayeron de casi 700,000 en el año 2000 a 295,237 en 2009.
Sin embargo, para Cuñarro, la situación surge desde mucho antes, desde que en los años 90 surgieron los primeros equipos que permitieron al público en general grabar y reproducir los CD.
"La ventaja de los descargues por el Internet es que puedes bajar las canciones que te interesan y no necesariamente el disco completo", indica un comentario de un lector en primerahora.com. "Muchas veces, pagas un poco más si compras las canciones individuales en vez del disco completo, pero a la larga economizas porque sólo compras lo que realmente te interesa y no el paquete completo".
Otros consumidores, como Juan Rijos y Antonio Ayala, a quienes vimos comprando música en Río Piedras, se quejaban de que muchas veces van a las tiendas a buscar música y no están disponibles.
"Eso hace que más gente se vaya al Internet", indicó Rijos. "Y lo malo es que muchas veces no es de la misma calidad".
Este panorama está bien claro para los comerciantes en Puerto Rico. Cada vez se ven menos establecimientos comerciales con venta de CD, marcado por la desaparición de cadenas de discos boricuas como La Casa de los Tapes, Music Zone y Pentagrama, aunque todavía quedan algunas tiendas de La Gran Discoteca.
Servicio y la calidad son la clave
"La clave de todo negocio y en el nuestro que es vender música, es dar servicio", señaló Richard Viera, de Viera Discos ahora conocida como La Catedral de la Música Latina en Santurce.
"Han habido muchas cadenas de discos no sólo en Puerto Rico, sino también en Estados Unidos que han tenido que cerrar. ¿Por qué? Entra cualquier persona. Como le están dando part-times a muchachitos que necesitan el trabajo, no los adiestran, les piden algo y dicen que no lo tienen y están vendiendo el 'no'. Yo si de momento no tengo algo aquí, no es que no lo tenga, es que se acabó y le digo que me llame después que se lo vamos a conseguir", explicó. "La clave del éxito es el servicio".
En esa línea, Joseph Glen McWherter, del segundo local de la disco-tienda La Luz en Río Piedras, apuntó que estos establecimientos han tenido que diversificar su ofrecimiento para el público en general y especializarse para los coleccionistas.
"Las bases de la tecnología llegaron para quedarse. Las descargas digitales por Internet facilitan la disponibilidad y accesibilidad de la música a los fanáticos de la música al instante", dijo McWherter, quien además destacó el apoyo que se dan las pequeñas tiendas entre sí para satisfacer la demanda de los clientes.
"Eso nos afecta a nosotros porque no están visitando tanto los negocios. Aquí no nos afecta tanto porque nuestra clientela es de mi edad o mayores. Son coleccionistas, de música del ayer, baladas o salsa y muchas veces tratamos de conseguirles los CD originales", agregó McWherter, quien no considera que las grandes cadenas hayan hecho tanto daño en Puerto Rico. "Ellos tampoco están vendiendo tanto. Mira la sección de música de Borders. Antes iba de lado a lado. Ya lo que tiene es un rinconcito".
Por su parte, Viera sí considera que ha afectado porque las disqueras le venden los álbumes más baratos a las cadenas. Aún así, insiste en que esas cadenas desatienden el nicho del servicio especializado.
En cuanto a la oferta por Internet, por otro lado, Viera ve que mucha música descargada es más moderna, como el reggaetón, cuyo sonido se afecta menos al ser procesado.
"No es lo mismo comerte un arroz con habichuela y carne guisada que te haga tu mamá ahí mismo, que cogió la calabaza y sazonó la carne, a tú comerte un TV dinner. Es comida, pero no es lo mismo", comparó Viera.
"Ahora mismo puedo decir que tengo 20 mil canciones aquí", agregó tomando su celular en la mano. "Pero voy al baño y alguien me roba esto. Perdí 20 mil canciones". Asimismo, añadió que "esto se llama música comprimida. Es un TV dinner. No tiene el sabor. Estás atrofiando tu oído a una música que no es igual. No es tan digital como la demás, no es sonora como la análoga".
De modo que Viera apuesta a que la venta de los álbumes físicos no va a desaparecer, aunque continúe transformándose como lo ha hecho en las pasadas décadas, como de los discos de "pasta" a los CD.
"Mientras se vea la música como un negocio en la primera alternativa, siempre va a ser un problema. En crisis, comprobado, lo último que se afecta son dos cosas: el alimento y el entretenimiento. La gente, al no tener acceso a un sicólogo, necesita despejar", sostuvo.
"El disco físico no puede desaparecer porque es la manera de tu poder mercadear. No puedes mercadear un archivo y decir este es mi disco nuevo, en un microchip. Cómo pones una carátula, cómo pones un retrato, cómo vendes una imagen. No hay manera. La clave para nosotros está en el servicio", afirmó. "Todo el mundo sabe que de música yo sé. El conocimiento no te está en todo el mundo".