El temblor de 4.2 de magnitud registrado hoy en el suroeste de Puerto Rico revivió los temores de la gente de esa zona, que durante los primeros meses del año vivió sacudidas diarias asociadas a un terremoto de 6.4 que ha dejado incontables réplicas.

Según narró el alcalde de Peñuelas, Gregory Gonsález, “se estremeció todo” con esta nueva réplica que llega luego que los temblores habían ido bajando en frecuencia e intensidad paulatinamente.

“Todo el mundo salió corriendo”, describió Gonsález.

“Está todo el mundo pendiente a lo que pasó”, agregó. “En estos días ha estado temblando un poquito más la tierra. Me preocupa mucho las más de 1,000 residencias que necesitan reparación, que sufrir todavía más con esos temblores”.

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Hasta el momento, sin embargo, no tenía reportes de daños mayores. De cualquier forma aprovecharía un recorrido con una guagua de sonido con la que está orientando sobre la situación de la emergencia por el coronavirus COVID-19 para llevar a cabo una inspección visual de los barrios.

Peñuelas ya no tiene refugiados, dijo el alcalde, luego que todos los que había en el municipio fueran reubicados en otras residencias o con familiares. Sin embargo, recordó, todo el proceso de demolición y reparación de estructuras está detenido por la emergencia del coronavirus.

Según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, el temblor fue de 4.2 de magnitud, a 5 kilómetros de profundidad, a 8 kilómetros de la costa de Guánica.