Caguas. El deseo primordial para unos padres responsables es que sus hijos y amigos prosperen y logren las metas que se propongan, con todas las herramientas necesarias para ello.

La empatía hacia la necesidad de lo inmediato refleja la importancia de progresar en un ambiente que redunde en beneficios y satisfacción para quien lo internalice y exprese, como hizo María Victoria Silva, madre de María Eugenia Torres Silva y amiga inmediata de Janie Centeno, quienes necesitan equipo básico para hacer sus tareas diarias en sus estudios como enfermeras.

“Sufrí un accidente vehicular en la carretera principal de San Lorenzo. Eso fue para el 2005 y desde entonces las fracturas y heridas múltiples fueron de difícil tratamiento. Entonces, mi hija comenzó a ayudar al equipo de enfermeras y en su interés por mi recuperación ella trabajó fuerte y muy dedicada”, explicó la orgullosa madre.

María Victoria Silva, al centro, al ver el esfuerzo de su hija María Eugenia Torres y su amiga, Janie Centeno Santos –con el pequeño Kendal en su regazo– decidió pedir ayuda para que completen sus estudios.
María Victoria Silva, al centro, al ver el esfuerzo de su hija María Eugenia Torres y su amiga, Janie Centeno Santos –con el pequeño Kendal en su regazo– decidió pedir ayuda para que completen sus estudios. (VANESSA SERRA DIAZ)

“Siempre tuve interés en la enfermería, pero me incliné a matricularme en las clases de estilismo y entonces vino mami y me insistió en lo de la enfermería, porque demostré en el tiempo que tuve que curarle sus heridas que tengo vocación para esa profesión”, declaró, por su parte, María Eugenia.

En su proceso de recuperación -y a manera de terapia- doña María Victoria se dedicó a atender sus nietos, de 10 y 6 años, que estudian en la escuela elemental Pepita Garriga en Villa Blanca de Caguas.

“Hace como dos años comencé a visitar la escuela y a servir de mentora para los niños y es allí donde conocí a Janie (Centeno Santos), a quien quiero como una segunda hija”, declaró “Abuela Cubana”, como se le conoce a doña María Victoria en el plantel escolar.

A partir de esa relación amistosa entre maestros, alumnos y padres, es que la mujer logra relacionarse con Centeno Santos, quien al igual que su hija, es madre soltera con deseos de lograr un grado académico para su desarrollo personal e independencia económica.

“Esa muchacha tiene, prácticamente, la misma edad que mi hija y pasa los mismos problemas que puedo ver en mi hija; no tienen computadoras adecuadas para hacer sus trabajos, tienen hijos que mantener y eso me hizo hacer este pedido de ayuda y solidaridad con estas muchachas”, explicó María Victoria en el segmento “Revive la Esperanza” del espacio “Día a día” (Telemundo) y que cuenta con la alianza de Primera Hora y MCS Foundation.

“Yo las veo y se me parte el alma", describe María Victoria.
“Yo las veo y se me parte el alma", describe María Victoria. (VANESSA SERRA DIAZ)

Por ello, la “Abuela Cubana” dedica su tiempo como cuidadora de los hijos de ambas, mientras van a sus estudios en el Liceo de Artes de Caguas.

La relación de amistad y solidaridad entre ambas jóvenes las ha llevado a compenetrarse y apoyarse diariamente con las tareas cotidianas.

“Yo vivo en un apartamento –en el condominio Santa Juana– y entre nosotras nos dividimos las comidas y las cosas de la universidad. Por ejemplo, un día yo hago el desayuno y ella hace la cena, o cualquier otro asunto que tenga que ver con mis hijos de 10, 8 y 2 años. Siempre juntas, porque encontramos muchas similitudes por lo que estamos pasando”, dijo por su parte Centeno Santos.

“Yo las veo y se me parte el alma. Ellas por falta de ‘laptops’ tienen que escribir unos mamotretos de tareas a mano, para luego entregarlas por medio de una ‘tablet’ que está hecha cantos. Lo que deseo es verlas triunfar en sus clases y que logren comprar sus casas, como ambas desean. No quisiera que pasara más tiempo sin que este problema se solucione”, recalcó doña María Victoria.

La situación es más apremiante para las estudiantes de enfermería, debido a que sus clases culminan en diciembre próximo y para lograr el título deben hacer sus asignaciones diarias hasta altas horas de la noche ante la falta de los utensilios básicos para su desarrollo académico.

“Anoche casi nos amanecimos haciendo tareas. Hay que escribirlas a mano. Todo es muy complicado. Se hacen las tareas, como se hacía hace muchos años, y eso nos limita el tiempo de descanso y como madres para atender nuestros hijos. Ambas madrugamos y no es fácil estar en éstas todos los días. Janie tiene un carro y es la que me lleva y trae de la universidad, pero yo quisiera arreglar el mío, que se inundó con la lluvia del huracán Fiona, y a pesar que ya está arreglado, no lo puedo sacar del taller porque no tiene marbete y la peste a hongo en su interior por la humedad afecta severamente a mi hijo”, explicó María Eugenia.

A pesar de su reticencia en pedir ayuda, la joven aceptó que su progenitora sirviera de enlace con la producción del programa televisivo para hacer público sus necesidades inmediatas.

“Yo soy bien ‘pachosa’ para estas cosas, pero mami insistió y al ver que allí las personas responden y resuelven, pues dije que sí que lo hiciera. Mami es mi heroína. Ella siempre vela por mi bienestar y ahora también por el de mi amiga Janie. Existe una verdadera necesidad que tenemos que resolver y entiendo que así será”, concluyó María Eugenia.

Si usted quiere ayudar o reportar un caso en necesidad, puede escribir a: revivelaesperanzapr@gmail.com o a través de WhatsApp al número: 787-505-7575.