Aunque las Navidades en la Isla son cadenciosas y les provocan a muchos el deseo de celebrar y deleitar el paladar con exquisitos manjares típicos, lo cierto es que las tradiciones características de la época festiva se han trastocado en grandes proporciones.

El modernismo, el consumo desmesurado y la poca educación a las nuevas generaciones podrían ser algunos de los elementos que han provocado que la esencia de la festividad hace unas décadas -la cual giraba en torno al Nacimiento del Niño Jesús y la visita de los Tres Reyes Magos- se haya visto influenciada por personajes como Santa Claus y el instinto colectivo por regalar de manera ostentosa.

“El consumismo rampante está haciendo mella a nuestras tradiciones y el verdadero sentido de lo que era la Navidad en Puerto Rico hace más de cien años, la cual estaba centrada en el aspecto religioso del nacimiento de Cristo”, opina el sociólogo José Rodríguez.

Destacó que, aún así, las Navidades reflejan una de las épocas de mayor arraigo cultural y unidad familiar en la Isla. En cambio, éstas han sido modificadas por las exigencias de nuevos estilos de vida.

“Por ejemplo, ahora en las parrandas vemos a los muchachos sustituyendo los instrumentos con música de ipod y el efecto sorpresa de las mismas se ha perdido por elementos como el acceso controlado en las urbanizaciones”, dijo Rodríguez sobre la particularidad de las trullas de antaño, las cuales no se anunciaban y comenzaban luego de las 11:00 de la noche.

“Ese tipo de festejo surgió a mediados del siglo XIX y se conocían como trullas. Era algo bien organizado y comenzaban en diciembre con el fin de celebrar el fin de la cosecha”, explicó el folclorista Alexis Morales Cales, al indicar que los trovadores de la época enfocaban el mensaje de las melodías en la Natividad y en moralejas alusivas a la cotidianidad.

“Se requería de músicos diestros y se cantaban en diferentes géneros como el seis, guarachas y otros ritmos bailables. No como ahora, que lo que hacen es mucho ruido y cantar cosas con doble sentido... por eso es que se le llaman ahora parrandas, porque el fin es celebrar para liberar el estrés y es una cosa sin sentido”, opinó, al sugerir que el tema de la Navidad, y las tradiciones boricuas, debe ser tema discutido en las escuelas.

Otro aspecto en discusión es la tradición de los Reyes Magos, una que muchos consideran que está en peligro de extinción y amenazada por Santa Claus.

“Yo no creo que los Reyes estén en peligro. Son muchos los niños que les dejan yerba a los Reyes con la ilusión de que les traigan un regalo. Tenemos que ver la figura de Santa como una influencia política que hemos adoptado sin que perdamos la esencia de lo que es para nosotros la Navidad”, dijo Jesús Omar, conocido como “El boricuazo”.