La lucha que libraron los trillizos Yasmín, Yarelis y Yandiel Soto Sanabria para sobrevivir se dio a conocer en el 2014, cuando su historia se utilizó para una campaña nacional para recaudar fondos para la Casa Ronald McDonalds.

Los trillizos nacieron el Día de Acción de Gracias del 2010 mediante cesárea y sus padres estuvieron largos meses viviendo en la casa de la Fundación Infantil Ronald McDonalds, localizada en los predios del Hospital San Jorge, en Santurce, debido a que los infantes fueron prematuros y estaban bajo peso. Estuvieron en intensivo en el Centro Médico de Río Piedras, a veces en hospitales distintos dentro de esta institución.

En sus primeros dos meses sus padres, los hatillanos Anthony Soto y Migdalia Sanabria, no los pudieron cargar, ni siquiera tocarlos. Permanecían en una incubadora.

La historia publicada por Primera Hora en el 2014 de los trillizos Yasmín, Yarelis y Yandiel Soto Sanabria.
La historia publicada por Primera Hora en el 2014 de los trillizos Yasmín, Yarelis y Yandiel Soto Sanabria. (Captura)

“Estaban bien delicados. Tú sabes lo que es que ellos no pudieron sentir el abrazo de papá y mamá. Es bien triste. Sufrimos mucho”, relató Soto a Primera Hora.

Sus vidas pendían de un suspiro. Todos los días pasaban incidentes en los que dejaban de respirar. A esto se le unía que el niño, Yandiel, nació sin parte de su cerebro y se contagió con un hongo que amenazó con dejarlo ciego.

La primera casa que conocieron los pequeños también fue la de Ronald McDonalds. Fue allí donde sus padres los llevaron una vez lograron salir del hospital para que continuaran recibiendo sus tratamientos.

La familia Soto Sanabria.
La familia Soto Sanabria. (Suministrada)

“Ese fue su primer hogar. Nos dieron una ayuda increíble. Gracias a ellos nosotros siempre pudimos estar ahí en el hospital presentes”, contó la mujer, al explicar que para aquel entonces vivían en Hatillo.

Una vez salieron del hospital, los padres supieron la lucha que se enfrenta al tener trillizos.

“Fue bien, bien difícil, cuando ellos nacieron que tuvieron los tres en el hogar. Había que, a la misma vez, darles leche, cambiarlos. Nosotros nos pusimos enfermos, porque casi no dormíamos”, contó Sanabria.

Antes de que los trillizos cumplieran los cinco años, la familia se marchó en el 2015 a Florida, al condado de Polk, cerca de Kissimmee.

“La razón para nosotros mudarnos fue que los doctores aquí dijeron que ellos iban a estar bien atrasados con aprender, hablar, andar y de todo. Tratamos de coger ayuda aquí y fue un poquito difícil, y nos mudamos y pudimos coger toda la ayuda que pudieron tener”, explicó el padre.

Yasmín Soto a sus 15 años.
Yasmín Soto a sus 15 años. (Suministrada)

Para la época de la mudanza, los niños no hablan y no caminaban bien. La madre contó que no tenían agarre como para coger un lápiz. Le achacó todos estos incidentes a que “ellos pararon de respirar cuando nacieron”.

Quince años después, los trillizos son un milagro de vida. La familia está bien agradecida con que sus pequeños hayan desarrollado bien. Por ello, regresaron a Puerto Rico en esta Navidad para celebrar este sábado por todo lo alto, en un salón de actividades en Arecibo, el quinceañero de los menores.

“Siempre pensamos que algo iba a pasar con ellos. paraban de respirar a cada rato… Pero, hoy en día, ellos son bien inteligentes, marcan bien alto grado en la escuela”, destacó Soto.

Sanabria añadió que son unos niños muy amorosos y respetuosos.

“Creemos que se han desarrollado muy bien”, dijo la mamá sobre sus hijos, concedidos mediante fertilización in vitro.

“Ellos son increíbles, como yo nunca vi en mi vida”, agregó el papá.

Ese milagro de vida, el que los niños estén hoy en día en buen estado, es que el que la familia quiere celebrar junto a los trillizos.

“La celebración es como un cumpleaños para los tres. Pero, como el quinceañero lo hacen para las niñas, él va a ser el parejito de ellas dos”, explicó Sanabria.

Yandiel Soto quiere ser contable.
Yandiel Soto quiere ser contable. (Suministrada)

Los trillizos no pudieron explicar a este diario cómo han logrado superar las dificultades de su infancia y lo bien que se encuentran en la actualidad. La madre aceptó que son muy tímidos.

Lo poco que afirmó Yarelis fue: “Thank you to my mami and papi”.

No obstante, los padres elogiaron a sus hijos. Explicaron que Yasmín quiere ser veterinaria, Yarelis dibujar animación para Walt Disney Studios y Yandiel estudiará contabilidad, pues es “bien bueno en matemáticas”.

Los padres también destacaron que Yandiel no ha mostrado problemas relacionados al hecho de que le falta un pedazo de su cerebro. Mientras, las niñas todavía toman terapias del habla, ya que muestran dificultad para decir algunas palabras en inglés, idioma que acogieron para ser educados y tomar sus terapias en el estado de Florida.

“Estamos orgullosos. Estamos agradecidos. Es un logro que nos pone bien feliz a nosotros”, aseguró Soto, al exponer todos los avances que han tenido sus hijos en estos 15 años.

Para el futuro, el anhelo de la madre es que “ellos tres sean felices y que logren todas las metas que proponen en la vida”.

Yarelis Soto agradece el esfuerzos que han hecho sus padres.
Yarelis Soto agradece el esfuerzos que han hecho sus padres. (Suministrada)