San Germán. En medio del dolor que conlleva despedir a una hija, las palabras fortaleza y perdón cobran un significado mayor para Edwin Omar Hernández, el padre de la adolescente Yomaira Hernández Martínez, que murió el pasado 12 de mayo como consecuencia de las quemaduras que sufrió luego de ser quemada por su excompañero, Wilson Meléndez Bonilla.

Los restos de la menor de 13 años fueron finalmente expuestos ayer en capilla ardiente en la Funeraria Avilés de San Germán, luego de una espera de casi dos semanas porque el Negociado de Ciencias Forenses entregaran su cuerpo al Departamento de la Familia y, eventualmente a su familia.

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Decenas de personas pasaron frente a su féretro para darle el ultimo adiós antes de su entierro, pautado para este viernes a las 9:00 a.m., en el cementerio Porta Coeli de San Germán.

La niña fue expuesta con el féretro abierto por unas horas la mañana del jueves, tiempo que fue separado para que su familia cercana y personas más allegadas pudieran celebrar una ceremonia íntima.

Luego, el ataúd fue cerrado para recibir a amigos, vecinos y público en general que quiso unirse a la familia en su dolor, según explicó el portavoz de la familia y tío político de la niña, Guadalberto Matos.

Sin embargo, a pesar de la difícil situación que atraviesa junto a toda la familia, el padre de la menor aseguró que ha perdonado al presunto responsable de los hechos.

“Yo no le tengo rencor a nadie. Yo le dejo eso a la Justicia y a Dios. No han sido días fáciles, pero estamos luchando”, aseguró Hernández en un aparte con Primera Hora.

Una ley de mordaza impuesta por el tribunal impide que la familia de la víctima se exprese sobre los pormenores del caso. Tampoco fue posible tener acceso al interior de la capilla por órdenes del Departamento de la Familia.

Sin embargo, Hernández sí quiso expresar su agradecimiento a las personas que han apoyado su familia en este momento tan doloroso.

“La fuerza la encontramos en el Señor y en la familia que ha estado con nosotros en todo momento. Hay otros nenes por los que tenemos que seguir luchando”, apuntó Hernández en referencia a los otros cuatro hermanos de Jomaira.

Mientras, Matos narró lo difícil que ha sido para toda la familia los pasados dos meses, pero, al igual que el padre de la niña, aseguró que han encontrado la fortaleza para perdonar.

“Han sido días muy dolorosos. Una muerte tan inesperada y de la manera en que fue, ha sido de conocimiento público y de dolor público. Pero el perdón es genuino” sostuvo el también capitán y comisionado de la Policía Municipal de Dorado.

“Aquí ha habido conocidos y no conocidos expresando el dolor y nos han dado el más sentido pésame. Eso nos ha ayudado a sobrellevar este dolor”, agregó.

Hernández Martínez se encontraba en su residencia el pasado 23 de marzo cuando Meléndez Bonilla supuestamente entró, la roció con gasolina y la prendió en fuego. La niña pasó casi dos meses en cuidado intensivo en el Hospital Pediátrico del Centro Médico en Río Piedras hasta que falleció el pasado 12 de marzo, día de las Madres.

El imputado, quien supuestamente mantuvo una relación con la menor, confesó los hechos y se encuentra recluido en la cárcel Las Cucharas en Ponce a la espera de la vista preliminar, pautada para el próximo 3 de junio. Un nuevo cargo por asesinato en primer grado y otro por destrucción de evidencia fueron sometidos en su contra la semana pasada.