Una veintena de comerciantes del noroeste de la Isla vieron la luz al final del túnel ante el auge que ha tomado su atractiva propuesta, tras revitalizar un monumento histórico cultural ubicado entre Isabela y Quebradillas.

Se trata del emblemático Túnel de Guajataca, uno de los remanentes más significativos de la red ferroviaria nacional enclavado en la Puerta del Noroeste, que se había convertido en tierra de nadie.

Sin embargo, a meses del junte de varias organizaciones que tomaron la iniciativa de embellecer la icónica estructura y sus alrededores, la historia es otra, pues ahora cada fin de semana recibe a cientos de personas que, en medio de la pandemia encontraron un lugar para la recreación familiar sin obviar las medidas contra el COVID-19.

Allí pueden recrear la historia a través de un trencito que transita por el remozado corredor, mientras se deleitan con la variedad de ofrecimientos que van desde paseos en pony o caballo, degustación gastronómica, venta de artesanías, plantas, juguetes o, simplemente, disfrutar de la belleza costera donde se practica el surf.

Para Christian López Mercado y su esposa Lourdes Padín Hernández, el proyecto les ha traído esperanza pues durante meses estuvieron en su casa sin saber qué hacer para mantener a sus cuatro retoños ya que las restricciones por la pandemia habían cortado la manera de ganarse la vida.

“Esto surgió en la época de la pandemia, se convocó a la comunidad, a entidades sin fines de lucro para restaurar el área de Guajataca y dentro del encierro dijimos ‘vamos a dar la mano, nosotros somos de aquí’. Tenía el carrito de ‘hot dogs’ en casa sin operar y nos dimos a la tarea mi esposa y yo que estábamos desempleados, de comenzar una microempresa en la que los hijos también participaran y así fue; en varios meses teníamos todo listo y aquí estamos”, confesó el hombre de 37 años.

“La experiencia ha sido sobrecogedora. Lo más gratificante es que se hizo el trabajo en el área y un sinnúmero de turistas y visitantes están acudiendo a ver nuestra área. Le dio vida, esto estaba abandonado completamente”, acotó López quien es paramédico de profesión.

La pareja admitió que con esta oportunidad pueden integrar a sus hijos en el negocio familiar, donde confeccionan hamburguesas “homemade’ y ‘hot dogs’, entre otros productos.

Luego del abandono al que se enfrentó tras los huracanes Irma y María, el Túnel de Guajataca fue remozado.
Luego del abandono al que se enfrentó tras los huracanes Irma y María, el Túnel de Guajataca fue remozado. (Sandra Torres Guzmán)

“Esto nos ha traído esperanza, nos ha traído oportunidades y es bien gratificante porque nacimos para servir y vienes aquí y brindas un servicio de calidad. Yo confecciono los alimentos en mi casa. El proyecto nos llena de expectativas y nos da la oportunidad de integrar otros productos dentro de lo que es la gastronomía en el lugar”, agregó Padín Hernández desde su negocio D’ Hot Dogs Spot & More.

Otro de los atractivos del área es su variada oferta culinaria.
Otro de los atractivos del área es su variada oferta culinaria. (Sandra Torres Guzmán)

Mientras que Kenneth Rosado es un maestro de música egresado de la Universidad Interamericana de San Germán que aprovechó la oportunidad para presentar su oferta de pegatinas inspiradas en Puerto Rico.

“Mi negocio “Puerto Rico en vitral’, lo que buscamos es resaltar el patriotismo, la cultura, el orgullo patrio. Nos dedicamos a vender los ‘stickers’ de los pueblos de Puerto Rico, de la cultura puertorriqueña, entre otros. Realizamos piezas en resina, pinturas representativas de Puerto Rico. Todos son diseñados por nosotros”, expuso el joven de 25 años natural de Aguada.

“Esta actividad para nosotros ha representado una oportunidad económica, hay artesanos que solamente se dedican a eso y trabajar frente al túnel de Guajataca nos ha servido para tener nuestras cositas, ofrecerles atracciones a las personas y nos ha servido de crecimiento personal porque estamos enseñando la historia de este lugar y el propósito”, añadió Rosado, quien también colaboró en uno de los murales que dieron nueva vida al lugar y al que, incluso, agregaron columpios.

Otra de las mesas es ocupada por Sonia Pérez, una maestra retirada que trabajó 30 años en el sistema público de enseñanza.

“Yo me reinventé… comencé un proyecto en la escuela haciendo prendas para enseñar a los niños sobre empresarismo y terminé de empresaria yo. Llevo cinco años, pero con la pandemia nos quedamos sin trabajo nuevamente y con esto me di a la tarea de sacar mis permisos y probar a ver cómo me iba porque ya no había ferias ni festivales, nada a donde ir”, manifestó Pérez quien se considera hija adoptiva de Quebradillas.

“No me arrepiento. Ha sido una bendición porque además de conocer gente de toda la Isla, la gente está apoyando el lugar, viene gente de todo Puerto Rico. En Navidades vino mucho turista y fue bien bueno. El lugar es hermoso y me encanta la playa, creo que por ser del centro de la Isla valoro más la playa. Me siento aquí brutal”, admitió la fémina nacida en Utuado.

Centro histórico

Al acercase al túnel se puede apreciar la actividad del trencito mientras la gente sucumbe ante la curiosidad de ver animales exóticos tales como el lémur de Madagascar. Su propietario, Alexander Marrero Rodríguez, asegura que cuenta con todas las licencias federales y del Departamento de Recursos Naturales para presentar este concepto que incluye paseos en pony, que espera expandir en los próximos meses.

“Guajataca es un centro histórico y llevaba mucho tiempo cerrado. Recientemente se abrió cuando un grupo de voluntarios decidió hacer la diferencia y quisimos aportar en algo. Está viniendo bastante gente y la gente está loca por salir de la pandemia, esto no se ha acabado pero el entrenamiento es parte de lo que le gusta hacer al ser humano y aquí la gente tiene el distanciamiento, usa su mascarilla y se pasa bien”, expresó Marrero, quien lleva 12 años en esa industria.

Otra de las amenidades para los pequeños de la familia es el trencito que recorre el área.
Otra de las amenidades para los pequeños de la familia es el trencito que recorre el área. (Sandra Torres Guzmán)

“Aparte de caballos, ponys y el lémur, en la época de Navidad van a poder ver venados reales. Cuando la pandemia vaya saliendo y volvamos a la normalidad, pensamos meter el concepto completo que es una minigranja para que los nenes les den comidita a los animalitos, traer las cabritas enanas que a la gente les gusta mucho”, reveló el mayagüezano.

De otra parte, Héctor Varela Vélez, portavoz de la organización Conservación Costera de Puerto Rico (CoCo), recordó cómo inició este proyecto que activó a más de una decena de organizaciones cívicas, culturales y ambientales para la revitalización del patrimonio histórico.

“El Túnel de Guajataca es un patrimonio histórico cultural único en Puerto Rico, pero después del huracán se dañó la estructura física y quedó en el abandono. Ahí se desarrollaron actividades delictivas, estaba desierto y había un vertedero clandestino y de momento, uno de los lugares más emblemáticos que es la Puerta del Noroeste, bajando la cuesta de Quebradillas, una de las más hermosas en Puerto Rico, salió que era tierra de nadie, ignorada por el Gobierno en aquel entonces”, explicó el isabelino de 39 años.

“Ahora la gente llega a disfrutar de las facilidades del túnel porque están limpias, olorosas, se pusieron rótulos informativos a todas las áreas con información histórica, placas solares y los comerciantes. Estamos moviendo entre Isabela y Quebradillas el concepto de la economía del visitante, que es gente que llega y pasa más tiempo en la región, por ende, va a visitar los comercios en la región y mueve la economía”, señaló.

Pero el esfuerzo no culmina así, pues a través del Municipio de Isabela se está trabajando con el grupo de comerciantes para crear el Guajataca Gastro Park, en vías de fomentar el desarrollo económico del lugar que, por el momento, está disponible de viernes a domingo a partir de las 11:00 de la mañana.