En plena época navideña, los papás de Lucas Matías Xavier Santana Pacheco, de solo cinco años y estudiante del colegio Cupeyville School, experimentaron esta semana un singular milagro de amor.

Y es que los compañeros del programa de Horario Extendido de la escuela de Lucas, en complicidad con la maestra del programa STEM, Taiana Rucci, le obsequiaron al niño -que nació con una condición conocida como simbraquidactillia (es decir la ausencia de parte de la palma y los dedos de la mano derecha)- una prótesis, construida por ellos mismos en el salón de clase. La prótesis, que fue creada por unos 17 estudiantes de los grados desde tercero a séptimo en el taller de ‘3D Makers’, le permite a Lucas completar con normalidad tareas que según explicó su mamá, Charlotte Pacheco, representaban retos para él poderlas realizar, como agarrar y levantar objetos con esa mano.

Relacionadas

Fue la propia maestra de Lucas quien se acercó a los padres para presentarles la propuesta, ya que todos los años el taller adopta un proyecto que se pueda aplicar para ayudar a resolver los problemas de las personas “y precisamente este año ella escogió una prótesis de una mano. Ellos habían trabajado otros dispositivos para ayudar a otras personas pero nunca le habían podido dar un rostro. Y Lucas que precisamente comienza en el colegio y ella provecha esa oportunidad para poder ayudar y que los niños pudieran ver a quien estaban ayudando y cumplir el sueño de Lucas, que es algo que él siempre ha deseado”, añadió.

Por su parte, Rucci explicó que desde el año pasado, cuando el programa diseño un dispositivo que permite a las personas no videntes saber el color de su ropa sin la necesidad de utilizar su celular, estaban evaluando alternativas para construir una prótesis y tan pronto conoció a Lucas, vio una oportunidad para sus estudiantes y para Lucas. “Desde el semestre pasado habíamos trabajado viendo diferentes prótesis y por la mañana yo tengo un grupo de kinder 4 y ahí conocí a Lucas, que es un estudiante de nuevo ingreso y veo que Lucas no tiene su manita derecha. Y cuando comenzamos a conocer su historia puedo ver que era un área de oportunidad para nosotros aplicar lo que es la tecnología con propósito y que los estudiantes pudiesen ver cuán importante es innovar y conocer y mantener innovando en el salón y aprender a hacer cosas diferentes para poder ayudar a los otros”.

Pacheco recordó que cuando recibió la llamada de la maestra para reunirse con ellos, jamás le pasó por su mente de que se trataba. “Cuando nos llamaron para reunirse con nosotros, nosotros esperábamos cualquier cosa como alguna dificultad que estuviera teniendo en el salón, peor cuando nos reúnen es para darnos la noticia de que el colegio va a estar regalándole una prótesis a Lucas”, contó emocionada.

Rucci por su parte destacó que la propuesta resultó ser un junte perfecto ya que según revelaron los padres, desde hace mucho Lucas anhelaba una prótesis pero no había sido posible. “Yo les había mostrado un video y ellos estaban muy contentos con la idea y ahí ellos me confesaron que Lucas llevaba tiempo pidiendo una manito pero no habían adquirido una prótesis porque Lucas está en crecimiento y su brazo crece también, y son muy costosas (las prótesis) para que con el crecimiento se le quede rápido”.

Así, desde el mes de septiembre, los estudiantes de Horario Extendido, se involucraron en el proyecto de diseño y ensamblaje de la prótesis para Lucas. La maestra explicó que todos, desde el más nuevo hasta los de nivel más avanzado participaron en el prcoeso. Mientras, Pacheco recordó que aunque Lucas sabía que algo estaba pasando, no tenía del todo claro que era lo que ocurría ya que cuando le tomaban medidas y hacían pruebas de la prótesis, sus compañeros se encargaban de que el niño no se enterara del producto final.

Fue el martes cuando sus compañeros se reunieron en el salón de clases y le hicieron entrega a Lucas de su prótesis, que lleva los colores de los personajes de “Sonic” que el mismo escogió. Los padres de Lucas también se llevaron la sorpresa por partida doble ya que no solo se enteraron de que su hijo había recibido la prótesis cuando les hicieron llegar los videos del momento, si no porque también vieron de primera mano la funcionalidad de esta.

“Cuando nos reunieron, nos enseñaron otro tipo de prótesis”, explicó Santana, quien añadió que la prótesis que recibió le permite a Lucas cerrar la mano cuando dobla el codo y puede agarrar cosas. “Todavía estamos en una fase de exploración, pero él se pasa agarrando cosas para demostrar que las puede coger”, indicó. Detalló que una de esas primeras cosas que pudieron disfrutar luego que le entregaran la prótesis, es ver a Lucas agarrar dos cosas a la vez.

“El está superemocionado y no se quita la prótesis ni para dormir”, añadió la madre, quien describió la acción de los compañeros de clase de su hijo como mágico. ”Uno como papá quiere ver realizados los sueños de su hijo. Tener algo que Lucas siempre anhelaba, lo toca. El hecho de que los estudiantes se hayan inspirado. Lo emocionados que están con Lucas, el amor y el cariño que le tienen a Lucas, porque el hecho de que simplemente me lo respeten y respeten su independencia, más que todo, es algo que yo admiro muchísimo. Todo fue mágico. El hecho de que niños pequeños hayan hecho algo perfecto, tu no pensarías que fue hecho por niños. Y no es porque ellos no tengan la capacidad. Es que es algo espectacular. Es algo muy profesional, hecho por niños”.

Pero la emoción no ha sido solo para Lucas y sus papás, Charlotte y Matthew Santana, sino también para sus compañeros y su maestra, que han tenido la satisfacción de ver de primera mano el resultado de los conocimientos adquiridos en el salón de clases, al ser aplicados en la vida real. “Ellos (los estudiantes) han visto a Lucas como hace ‘high five’ y choca su manita con los demás. Han visto como agarra diferentes cosas en el salón como el borrador, un vaso, juguetes y para ellos es bien gratificante ver en uso lo que ellos mismos crearon, diseñaron”, explicó Rucci.

Por su parte la Educadora describió la experiencia como una de las mayores recompensas de su carrera. “Para mi, ver a Lucas utilizar la prótesis y ver que pueda agarrar diferentes objetos en el salón, ha sido una de las mayores recompensas para todos porque es la integración de la tecnología y el desarrollo de este proyecto con un propósito importante para un niño que deseaba la manita”. Rucci también dijo estar muy agradecida con los padres de Lucas, que les permitieron hacer realidad este proyecto. “Ha sido un proyecto muy emotivo para la comunidad de Cupeyville porque han visto como los padres se han involucrado en este proyecto de empatía y también como ellos han aprendido a través de estos diseños y no lo ven como algo para divertirse, si no para buscar soluciones a problemas y ellos desde la escuela elemental, van teniendo esa consciencia de lo que es hacer este sueño realidad para otro niño”, recalcó.