Los amantes del ron podrán encontrar un motivo adicional para justificar darse el palo en uno de los sitios menos esperados: el plan de ajuste fiscal enmendado presentado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

De hecho, tomarse el traguito de ron, o con ron, podría verse casi hasta como un acto en beneficio para muchos otros, pues, de acuerdo a una de las disposiciones contenidas en el complicado y voluminoso plan que busca sacar a Puerto Rico de la bancarrota, básicamente, consumir ron fabricado en Puerto Rico, mejoraría las posibilidades de que se reparta más dinero para empleados públicos, pensionados y bonistas.

¿Cómo funciona esto? Pues resulta que el plan de ajuste, entre una de sus muchísimas disposiciones, contiene mecanismos, o instrumentos de contingencia, para que, en caso de que se sobrepasen ciertas expectativas económicas del plan fiscal, el dinero de ese superávit, se reparta entre esos diferentes grupos, tales como los empleados públicos y los pensionados. Y, una de esas métricas que repartiría más dinero si se sobrepasan las expectativas, tiene que ver con el arbitrio al ron, aunque en este caso el beneficio iría a acreedores.

Según explicó la directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko, durante la presentación del plan de ajuste, ese dinero del arbitrio al ron llega a las arcas del gobierno a través de transferencias desde el Departamento del Tesoro federal, basado en una cantidad de dólares por “proof gallon” o galón de prueba, que actualmente está en $10.50. Pero según la ley, el Congreso puede transferir una cantidad adicional por galón de prueba, o cobertura suplementaria, que está en $2.75. Sin embargo, la ley que implementa ese pago de cobertura suplementario expira a finales de este año.

“Así que los pagos a través ese instrumento de contingencia por el impuesto al ron solo se activarían si esa cobertura suplementaria se renueva o si la gente empieza a beber mucho más ron, y el volumen sube y los impuestos también. Así que no queda más que esperar que la gente siga prefiriendo tomar ron en lugar de otras bebidas alcohólicas”, bromeó Jaresko.

La directora ejecutiva de la JSF explicó que, “el gobierno de Puerto Rico recibe dinero del gobierno federal en base a cuánto ron puertorriqueño bebe la gente en los Estados Unidos continentales. Recibe más dinero si más gente consume más ron. Si por la razón que sea, el consumo de ron allá aumenta dramáticamente, aumentarían los ingresos del gobierno de Puerto Rico”.

Antonio Medina, miembro de la JSF, abundó que el Programa de Rones de Puerto Rico, “le provee a Hacienda cierta cantidad de fondos basado en el volumen de venta de rones de Puerto Rico en los Estados Unidos. Tenemos una proyección en el plan fiscal de cuánto es esa cantidad de dinero que se recibe a través del Programa de Rones de Puerto Rico. El instrumento lo que significa es que, si la cantidad de dinero que llega de los Estados Unidos a través del programa de cobertura del ron excede la proyección que tenemos en el plan fiscal, de ese aumento sobre lo proyectado, parte se le va a dar a los bonistas. Por eso el comentario de si aumentan las ventas de rones de Puerto Rico en los Estados Unidos, aumenta la cantidad de dinero que llega a las arcas de Hacienda, y por tanto si excede la proyección entramos en ese instrumento”.

En resumen, si la gente bebe más ron puertorriqueño, particularmente en aquellos estados, ayudará a resolver el revolú económico que atraviesa el gobierno, algo que los amantes de esa bebida podrían ver como motivo para celebración adicional.

No obstante, recuerde que consumir alcohol en exceso puede llevar a una peligrosa adicción, que por regla causa un sinnúmero de problemas familiares, sociales y de salud.

Así que, si pretende ayudar a las arcas de Hacienda con un palo de ron o un traguito, recuerde que es mejor consumir alcohol con moderación.