Una de las figuras más conocidas de Juana Díaz es Kit Carson, un peculiar vaquero que parece sacado de una película del viejo oeste que, hasta ostenta una placa que lo identifica como el sheriff del pueblo.

Así camina por las calles del Belén de Puerto Rico, ataviado con la característica indumentaria de la personalidad que lo cautivó a temprana edad y que, además, le ayudó a vencer las barreras de un diagnóstico de autismo.

Se trata de Carlos Luis Pérez Renta, quien se mudó con su familia de Guayama a Juana Díaz, hace más de medio siglo, para estar más cerca de Ponce, con el objetivo de recibir terapias para su condición, sin imaginar las historias que le depararían en su nuevo hogar.

El hombre de 55 años recordó que fue un allegado residente en Villalba quien le puso el apodo por el cual sería reconocido el resto de su vida.

“Fue en honor al vaquero estadounidense del siglo 19. Cuando yo estaba en quinto grado, leí su historia en la clase de inglés, sin pensar que me pondrían ese nombre. Ahí lo adopté y seguí intensificando mi personalidad porque, desde niño, siempre me ha gustado todo lo relacionado con el mundo vaquero”, confesó el hijo de Eduardo Luis y Antonia.

De hecho, Kit Carson resaltó que una de sus fascinaciones es montar a caballo.

“Eso es lo mío desde pequeño. Me acuerdo de que había un señor que nos trillaba en su caballo. Ahí me encariñé con el deporte de montar caballos, pero al principio yo lloraba. Pero con el tiempo me fui acostumbrando que hasta en casa tenía un caballo de resorte”, manifestó el menor de tres hermanos nacidos en Arroyo.

“Cuando yo tenía 13 años, mi primo Gerardo me enseñó a montar y me retó a que agarrara las bridas. Al principio no me salía, era para mover el caballo por mí mismo, hasta que lo logré y ya estoy hecho un jinete profesional. Nunca tuve caballos propios, pero tenía un amigo que me conseguía”, apuntó.

Así las cosas, el pintoresco vaquero reveló que, su vida estudiantil en escuelas públicas de Juana Díaz no fue fácil, ya que en sexto grado sufrió acoso escolar. Esto ya que, a pesar de la condición, las autoridades escolares mantenían a Kit Carson en la corriente regular.

“Me hacían la vida imposible. Los compañeros que estaban conmigo desde kínder me defendían, pero otros me hicieron daño y mis padres me sacaron de la vía regular cuando iba para escuela intermedia, por temor a que eso se repitiera. Al año siguiente, me sacaron de la corriente regular. Fue horrible, perdí dos años porque ya tenía en mente cómo vencer al bullying, pero mis padres me sobreprotegieron mucho”, lamentó.

Lo conocen como Kit Carson y nos cuenta cómo adoptó la identidad de su emblemático personaje.

Asimismo, mencionó que su sueño era convertirse en policía estatal. Pero no se le hizo posible.

“Mi madre quería que yo fuera sacerdote porque ella es bien católica, pero mi sueño desde niño era ser policía estatal. Esa es mi verdadera vocación. Pero como la di por perdida, Dios me compensó con estar nueve años en la Liga Atlética Policiaca, llegando a teniente segundo en la etapa de joven adulto”, señaló el otrora Boys Scout.

El polifacético vaquero también estudió locución, se autodenomina “podcaster” y participa de varios programas en la radio.

“Estudié locución hace 27 años con el profesor Joe Rodríguez en WCGB, Iniciativa 1060 AM. De ahí estuve en WPAB, Radio Leo y un tiempo en Fidelity en Ponce. Actualmente soy ‘podcaster’ en el programa Salud Emprende, con el compañero Alexander Román. Los viernes hago lo propio con el programa Salud en el West por WKJB y se escuchan por Spotify y SoundCloud”, puntualizó.

“Tengo una oficina bajo el nombre de Maveric Cowboys Club. Es independiente, no es corporativa, sino como una oficina a nivel personal con un sencillo lobby para mantenerme activo en lo que me gusta, el campo de las promociones que he hecho toda mi vida”, agregó.

Ataviado con sombrero, camisa, botas y pantalón vaquero, Kit Carson continúa participando activamente en los eventos de la ciudad, entre estos, el Desfile de Reyes.

“Fue el comisionado de la Policía de Puerto Rico, Pedro Toledo Dávila, que me certificó y me confirmó sheriff para el Día de Reyes en 1994. De ese momento para acá, asumí la responsabilidad de trabajar en conjunto con la Policía de Puerto Rico, Policía Municipal de Juana Díaz, Manejo de Emergencias y hasta los efectivos del Cuerpo de Vigilantes de Recursos Naturales”, dijo.

“Exhorto a todo padre de niño autista a que no se dé por vencido que, mientras hay vida, hay esperanza. Que no los deben sobreproteger tanto, sino que ellos puedan desarrollarse por sí solos, como cualquier ser humano y pueden llegar a ser grandes personas en el futuro”, concluyó.