Jan Xavier Apellaniz Nieves, Luineshka González y otros de sus compañeros de la escuela superior Miguel Meléndez Muñoz de Bayamón nunca habían estado un museo.

El pasado nueve de diciembre, los dos jóvenes junto a un grupo de estudiantes líderes, de ese plantel visitaron la Fundación Cortés en el Viejo San Juan. En el edificio de tres pisos se exhibe una muestra de obras de arte de la Colección Chocolate Cortés, compuesta por miles de piezas y allí por primera vez, muchos de estos jóvenes tuvieron la oportunidad de estar expuestos a diferentes manifestaciones culturales como la pintura, instalaciones artísticas, fotografías y otras obras confeccionadas por artistas puertorriqueños y de todo el Caribe.

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Pero la experiencia de estos estudiantes que como muchos otros a lo largo y ancho de Puerto Rico se enfrentan a la deprivación cultural, no se limitó meramente a observar las obras en las paredes del edificio. Estos también recibieron un taller de liderazgo del programa Educa Cortés: El Arte del Bienestar y la Salud Mental, confeccionado por recursos de la Fundación, en el que se abordaron y se atendieron temas como el liderato, trabajo en equipo, manejo de emociones, neuroestética, comprensión de lectura y otros, que les servirán para cumplir con las 12 horas contacto anuales, requeridas a los estudiantes bajo la política pública ‘Salud Mental en Acción’, del Departamento de Educación.

El recorrido por la galería de la Fundación también incluyó varias dinámicas dirigidas a que el taller se convirtiera en un espacio de convivencia seguro para ellos con un simple juego como ‘Cacao Caliente’ (una versión del juego infantil ‘Papa Caliente’, atemperada obviamente a la empresa insignia de la familia Cortés). Luego de esto, los estudiantes fueron expuestos a un momento de reflexión sobre el arte, de la mano de Gloriby Martínez Pagán, gerente de programas e la Fundación Cortés.

En ese momento, a los estudiantes se les pidió observar la obra ‘Solidaridad", de la artista dominicana Mayra Johnson, parte de la exposición ‘Provocaciones: Obras Inéditas de la Colección Chocolate Cortés’ inaugurada en octubre, para luego pedirles sus impresiones y reacciones a la obra, lo que sirvió de preámbulo para discutir la diferencia entre emociones y sentimientos y como trabajar con estos.

A Martínez se unió Jade Rosario, coordinadora de programa de la Fundación para luego abarcar la parte del liderato del taller. En esta se le pidió a los estudiantes realizar un dibujo, siguiendo varias instrucciones. La primera de estas fue dibujar a su compañero del frente, pero que no miraran el papel para hacerlo, instrucción que muchos de ellos no pudieron seguir. El objetivo del ejercicio era enseñarle a los estudiantes la dificultad del cerebro humano para procesar la palabra no y la importancia de ser asertivo al momento de dar una instrucción cuando se trabaja en grupo.

Luego se le pidió a los estudiantes hacer el mismo dibujo pero utilizando la mano del compañero del lado, ejercicio que buscaba enseñarle a estos jóvenes la importancia de seguir instrucciones cuando se trabaja en equipo, aun cuando no se tiene control del resultado final.

Jan Xavier Apellaniz Nieves recibió los poderes del "Guatibirí Lector" para compartir la lectura de un poema con sus compañeros de escuela
Jan Xavier Apellaniz Nieves recibió los poderes del "Guatibirí Lector" para compartir la lectura de un poema con sus compañeros de escuela (Francisco Quiñones)

Tras las risas al ver el resultado de sus dibujos, el grupo recibió la visita de un pintoresco personaje, el ‘Guatibirí Lector’, quien busca fomentar el amor por la lectura y crear consciencia sobre el grave problema de comprensión de lectura que enfrentan los niños puertorriqueños. Y es que según explicó Adelissa González Lugo, directora ejecutiva de la Fundación y quien da vida al enérgico personaje inspirado en el nombre onomatopéyico que los taínos le daban al pitirre, uno de cada 100 niños de primer a tercer grado, no entienden lo que leen.

El ‘Guatibirí Lector’ compartió con los estudiantes una lectura de poemas del libro “Mis Pueblos, Su Historia, Un Poema; Borinquen Bella", del poeta cagüeño José Luis Silva Díaz. Durante la breve pero memorable intervención del Guatibirí, varios de los estudiantes fueron inmolados del poder del personaje, a través del característico canto del ave, invocado por los presentes. Tras el grito de “pitirre”, los estudiantes se pusieron la capa y la gorra del Guatibirí, para leerle a sus compañeros.

La Fundación Cortés no se limita a las cuatro paredes del edificio y además de estudiantes, también se ofrecen talleres a otros grupos. “Trabajamos grupos de adultos también, principalmente víctimas de violencia de género, mujeres en rehabilitación, adultos mayores. Los grupos son variados. Siempre que tengamos flexibilidad, atendemos todos los grupos”, explicó por su parte Martínez.

Galería abierta al Público

González Lugo relató que la Fundación Cortés promueve cinco valores básicos que son la cultura, justicia social, autogestión, dignidad e identidad.

“La Casa Cortés es la sede de gestión cultural y gastronómica de esta empresa y familia, donde compartimos sus dos grandes pasiones que son el arte y el chocolate, y con cada pasión, una institución. La primera institución que abrió al público hace 13 años y tres meses fue la Fundación Cortés, que fuimos establecidos en el 2012 como una entidad privada sin fines de lucro, cuya misión es educar e inspirar con nuestra pasión por las artes del Caribe. Y la visión a largo plazo es ser reconocidos internacionalmente como un centro vital de estudio, apreciación e intercambio de las artes del Caribe”, explicó González Lugo. Añadió que en ese proceso, la Fundación se vale de las obras de la Colección Chocolate Cortés no solo para educar, si no también para brindarle al pueblo acceso al arte.

Como parte de ese esfuerzo, además de recibir grupos a los que se le ofrecen, los talleres, la Fundación también abre sus puertas tres veces a la semana, de manera que el público que llega a la calle San Francisco del Viejo San Juan puede visitar el lugar sin ningún costo los jueves, de 11 a.m. a 5:00 p.m., o sábados y domingos de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.

“Utilizamos obras de la Colección Chocolate Cortes, que es una colección bien prestigiosa, centrada mayormente en tener obras de artistas que viven o pertenecen a la cuenca del Caribe. La misión ha sido educativa desde el principio, donde dijimos ‘vamos a ser parte de ofrecer espacios de arte libre de costo para atender la deprivación cultural. Que mejor manera que educar a través del arte. El propósito es presentar lo que es una oferta cultural, donde abrimos estas salas libres de costo tres veces a la semana, donde se ofrecen actividades culturales...”, manifestó González.

Aunque los talleres que reciben los estudiantes bajo el programa Educa Cortés son libre de costo, la fundación gasta un promedio de $125 por participante y en ocasiones incluso, incurren en otros gastos como ayudar a los grupos a costear los gastos de transportación desde su escuela al lugar, algo que no sería posible sin los donativos de inversionistas sociales y el público en general, reveló la directora ejecutiva de la Fundación. Al día de hoy, el organismo ha logrado impactar a más de 23 mil participantes en toda la Isla, principalmente estudiantes de escuela pública y personas de bajos recursos, por lo que exhortan a aquellos que quieran aportar a la Fundación, a hacer su donativo a través de Paypal aquí.