Varios pasillos del edificio principal de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Carolina, fueron ocupados hace unos días por 65 patronos que intentaban capturar la atención de los estudiantes para que llenaran las solicitudes de empleos que tienen disponible.

Los alumnos censaban -mesa por mesa- cuáles eran las ofertas que se presentaban e intentaban conseguir un trabajo que les diera la oportunidad de tener esa experiencia que necesitan en su área de estudio.

Es que los universitarios se presentaron claros en sus intereses y seguros de que, en el retante mundo laboral boricua, hay un espacio para alcanzar su desarrollo profesional.

Una estudiante de justicia criminal que está por graduarse en las próximas semanas, Karla Pérez Brito, fue una de las que realizó el recorrido para tomar papeles, llenar solicitudes y dialogar con varios empleadores. Aceptó tener “incertidumbre” de lo que le deparará el futuro, ahora que está por salir de la universidad.

“Pero, hay que confiar en el Señor”, afirmó la carolinense.

En lo que Pérez Brito dijo estar segura es que se queda en su Isla y que ese trabajo soñado aparecerá.

“Pienso que me quiero quedar en mi Isla. Quiero ser producto de mi Isla. So, quiero quedarme acá a ver qué hay para mí”, indicó.

Karla Pérez Brito, estudiante de justicia criminal.
Karla Pérez Brito, estudiante de justicia criminal. (Frances Rosario)

Aceptó que el reto que tendrá por delante para conseguir un empleo relacionado a su área de estudio no será fácil. Pero, reiteró su empeño de permanecer al lado de su familia en Puerto Rico.

“Quiero el mejor salario, aprender cosas nuevas y salir de esa zona de confort”, enumeró la joven sobre sus intereses.

Daniel Nicola, un joven de Bayamón de 24 años, que estudia artes gráficas en el recinto carolinense y a quien sólo le falta un año para graduarse, fue otro de los universitarios que se observó muy activo en la búsqueda de trabajo. Su mira estaba fijada en conseguir algo relacionado a las artes gráficas, pero en un empleo a tiempo parcial.

Se le preguntó si habrá un espacio en el mercado laboral para cumplir sus objetivos y mostró con un “definitivamente, sí” el optimismo que tiene.

Ahora es cuando más hay oportunidades, particularmente en esto del diseño gráfico, ahora con toda la digitalización del mundo”, sostuvo.

Explicó que quiere “un trabajo que me guste, que me rete”.

“Prefiero estar empleado, pero en algo relacionado a lo que estoy estudiando, por ejemplo, el diseño gráfico. Buscarme un ‘part-time’, pero relacionado a eso. Porque he hecho el error antes de dividirme, a lo mejor con un ‘part-time’, pero en algo que no está relacionado en nada a lo que estoy estudiando, me entiendes. Por ejemplo, como que voy a trabajar a Sam’s, me hago unos chavos aparte, pero como que me quita tiempo de lo que estoy estudiando, y de construir mi propia marca y de convertirme en el profesional que quiero ser en el futuro. Entonces, sí, me busco empleo en algo relacionado a lo que estoy estudiando. Eso es lo que está haciendo ahora mismo”, añadió.

Sin retención

La coordinadora de la feria de empleo que realizó la universidad, Mariglory Rodríguez, expuso que es, precisamente, intentar que los sobre 2,000 estudiantes que tiene el recinto consigan ese empleo relacionado a su área de estudio lo que le motiva a realizar este evento anualmente.

Por ello, las empresas invitadas están relacionadas a las ofertas académicas que tienen.

Algunos de los que estuvieron reclutando persona fueron la Agencia federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), el Departamento de la Vivienda, Pepe Abad Autos, Conwaste, Estudios Técnicos, Deya, Telemedik, así como los supermercados Pueblo y Econo, entre otros.

La oficial universitaria comentó que el patrón que han encontrado es que estas empresas que atraen para presentar sus ofertas de empleo no dan a conocer cuántas plazas logran llenar en este tipo de ferias. Pero, destacó que el mensaje común que recibe de estos reclutadores es que se les hace difícil lograr que estos jóvenes se mantengan en los trabajos.

“El estudiante de hoy en día está buscando su mejor por venir. Por lo tanto, ellos buscan su mejor bienestar económico y profesional, y si la empresa no lo provee, se van. Se mueven a otra alternativa con mucha facilidad. Ese es el patrón general”, afirmó Rodríguez.

Paola de León, una estudiante de diseño gráfico de 17 años, explicó que “no tener flexibilidad” para combinar sus estudios con el trabajo es lo más que lleva a los jóvenes a renunciar. Además, dijo que pesa también el hecho de si tienen o no oportunidad de crecimiento en la profesión que les gusta. Por ello, señaló que estos requisitos son importantes a la hora de conseguir un trabajo.

¿Habrá un trabajo para ti que cumpla con esos requisitos en el mercado laboral?, se le preguntó a la joven.

“Fíjate, que se consigue”, dijo con seguridad.

Geraldine Rodríguez Velázquez, una estudiante de turismo de 21 años, explicó que estas búsquedas de empleo de los universitarios son mayormente para conocer a qué se enfrentarán una vez se gradúen.

“Yo siento que para la industria de turismo en Puerto Rico hay muchas oportunidades que, de verdad, se están perdiendo y tenemos que luchar para eso. Tenemos que reformar varias cosas. Primero que nada, hay que reformar el pensamiento del pueblo. Hay que tener más conciencia sobre nuestras áreas turísticas, sobre cómo cuidarlas. Concientizar a las personas y también a los turistas que vienen”, dijo una entusiasta ponceña.

Geraldine Rodríguez Velázquez espera por conseguir una oportunidad laboral en el área de turismo.
Geraldine Rodríguez Velázquez espera por conseguir una oportunidad laboral en el área de turismo. (Frances Rosario)

Rechazó una idea de marcharse del país para emprender su carrera profesional, ya que “siento que aquí hay tantas oportunidades y tantas cositas lindas que ver que sería pérdida total. Puerto Rico es nuestro patrimonio”.

Otro de los jóvenes que intentaba conseguir empleo era Vincent Ortiz, de 27 años. El joven comentó que obtuvo ya un bachillerato de Educación Física, en la UPR de Río Piedras. Pero, como no consigue un empleo a tiempo completo y con buenos beneficios, acudió a la convocatoria que realizó la universidad.

“Me han dicho que me marche (a Estados Unidos). Pero, realmente, yo vivo un día a día. No estoy pendiente a eso en realidad. Si me tengo que ir algún día, me voy. Pero, no es mi prioridad. Por lo pronto, sigo buscando y espero conseguir una mejor oportunidad”, sentenció el joven, al comentar que no se siente desmotivado por no conseguir ese trabajo ideal.