El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jorge Haddock, anunció este miércoles la implantación de la iniciativa "Come UPR" que busca incrementar los esfuerzos para brindar alimentos a los estudiantes que se encuentran en precariedad económica.

 El presidente explicó que el proyecto, que comenzó como una iniciativa de los estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez, consiste en la entrega de alimentos no perecederos a estudiantes en necesidad, cada dos semanas.

 "Este proyecto es un reto que debemos asumir con compromiso para ayudar a los estudiantes en necesidad o que están atravesando limitaciones económicas. Cobra mayor importancia porque es una iniciativa que nace del corazón de nuestros estudiantes y fomenta el valor del amor al prójimo y la solidaridad", expresó el presidente.

 Los beneficiados pueden ser referidos por oficinas que brindan servicio directo a la comunidad estudiantil y por el personal docente que conozca de la necesidad de alguno de sus alumnos.

 El proyecto se sostiene gracias a la solidaridad de empresas, entidades, estudiantes, asociaciones estudiantiles y ciudadanos privados que proveen alimentos de manera gratuita, e incluso mediante la realización de actividades para recaudar fondos.

 "Las redes de apoyo son esenciales para ayudar a nuestros estudiantes y sus familias en su formación. En tiempos de necesidad estamos convocados a movilizarnos como universidad, como pueblo y como individuos ante la responsabilidad social que nos toca a todos, motivados con el propósito de ayudar y alimentar no solo el intelecto y el espíritu, sino la parte humana, física", destacó hoy Haddock.

 "Come UPR" tiene como guía el trabajo que ya realiza la asociación estudiantil "Come Colegial" de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, el cual alimenta a cientos de estudiantes, entre ellos algunos que ya son padres, alumnos de Latinoamérica y el Caribe que viven en necesidad, jóvenes que se hospedan en la Sultana del Oeste, e incluso estudiantes cuyo presupuesto familiar es mínimo y con la compra que se les otorga, valorada mensualmente en unos 120 dólares, alimentan también a parientes que viven bajo su mismo techo.

 El presidente precisó que la iniciativa opera bajo un modelo de confidencialidad, donde no se divulga el nombre, fotos o vídeos de los beneficiados y cuya estructura tiene estándares para medir y cuantificar el alcance de las ayudas entregadas a los estudiantes.