Guayanilla – Tras ser desalojada de la comunidad de “La Playa” por riesgo de tsunami, Dagne Idaly Ortiz Rodríguez y sus nietos huyeron de su hogar junto a cinco caballos, un perro y una cotorra, y establecieron su campamento en “la subida para Macaná”.

Ubicaron una ducha portátil al lado de un vagón que allí estaba. También amarraron a un perro y a uno de sus caballos del vagón. Excremento de los animales se observaba en la zona, contigua al área donde colocaron su caseta de campaña, una estufa de gas y comestibles.

A orilla de la carretera se acumulaba agua, que provenía de un tanque oasis cercano al campamento, según comentó Ortiz Rodríguez.

La imagen de la zona en la que esta familia y otros guayanillenses se han ubicado reflejaba no cumplir con la higiene y las medidas de seguridad que recomienda el Departamento de Salud para evitar que se registre una epidemia que afecte a los residentes del suroeste, afectados por varios terremotos y sus réplicas que se registran desde finales de diciembre.

Ortiz Rodríguez, sin embargo, dijo que no tiene temor a contraer una enfermedad. Esto a pesar de que desde que llegó al lugar contrajo un catarro que no se le ha quitado.

“No estamos seguros, pero tampoco me voy a ir para donde yo vivo, porque allá dicen que el terreno está malo, que se está hundiendo. Yo prefiero estar aquí, que estar allá”, afirmó.

Se le cuestionó la razón por la que no fueron al refugio de Guayanilla, ubicado en el parque Luis A. “Pegui” Mercado. Su explicación fue la siguiente: “está demasiado lleno y yo tengo animales. Yo no voy a dejar mis caballos, no voy a dejar mis perros”.

Dijo que no cree que estos animales enfermen a su familia, “porque hemos vivido con ellos toda la vida”.

No obstante, la secretaria auxiliar de Salud Ambiental y Laboratorio de Salud Pública del Departamento de Salud, la doctora Mayra Toro Tirado, describió el peligro que el excremento, los animales, la mala calidad del agua que utilizan y la pobre higiene pudiese provocar en estas personas que duermen en campamentos comunitarios en momentos de emergencia.

Aun así, informó que “no hemos identificado brotes, no hemos identificado foco” de alguna enfermedad.

Explicó que Salud tiene dos grupos de trabajo principales para atender la situación en la zona de desastres. El primero se encarga de identificar estos campamentos comunitarios y el segundo impacta con orientaciones o servicios.

La doctora expuso que las orientaciones van dirigidas a mantener la higiene para evitar enfermedades.

“Los orientamos, precisamente, cómo mantener adecuadamente el agua potable, evitar la contaminación de los alimentos y poder identificar si los alimentos están en condiciones de ser consumidos. Identificamos mascotas que estén sin vacunar para rabia. Eso es vital, porque están en el campo abierto y se pudieran estar exponiendo a mordeduras de mangosta y poner en riesgo a los integrantes del campamento al virus de la rabia”, comentó.

“También los orientamos de cómo protegerse de la leptospirosis. Sabemos que están disponiendo inadecuadamente, en muchos casos, de los residuos de alimentos y eso es alimento para los roedores y no queremos ratas dentro de estos refugios, así que los estamos orientando adecuadamente de cómo disponer de ellos”, añadió.

Prosiguió que “con relación a sus necesidades fisiológicas, muchos de ellos han logrado conseguir baños portátiles. Los que no tienen acceso los hemos estado orientando. Hay que hacer un hoyito, tratar de mantener todas heces fecales bajo tierra, alejadas del campamento para evitar posible desarrollo de brotes u otras enfermedades a las que pudiesen estar expuestos los residentes o los integrantes de ese campamento”.

La experta indicó que es recomendable dormir en caseta, evitar que los alimentos estén en contacto con el piso, así como disponer de los desperdicios de manera adecuada.

En el caso del campamento visitado por Primera Hora, Ortiz Rodríguez informó que consiguió que le pusieran un baño portátil, el cual dijo que lo limpian todos los días, y que la Defensa Civil de Guayanilla les permita ir a bañarse en sus oficinas centrales.

Otras recomendaciones dadas por Salud es que los damnificados se protejan de la picada de mosquitos. La doctora dijo que lo que han detectado, hasta el momento, son “mosquitos molestosos”, no el que transmite enfermedades, el Aedes Aegypti. Aun así, la agencia ha comenzado un proceso de asperjación por los refugios.

Toro Tirado dijo que los refugiados deben usar repelente, así como ropa clara y con manga larga para evitar picaduras.

Entretanto, la basura debe ser recogida con guantes, para evitar ser contagiados con leptospirosis u otra enfermedad. Además, debe ser acumulada en un área lejana a los refugios y en recipientes adecuados para que no lleguen los ratones y las moscas, expuso la galena.

No se debe andar descalzo o consumir alimentos que no hayan sido refrigerados de manera adecuada. Mientras, se debe acudir al médico cuando se tenga síntomas estomacales o de cualquier otra enfermedad.

Por último, la secretaria auxiliar informó que realizarán una vacunación contra la influenza de manera preventiva en la zona afectada por los terremotos. No informó la fecha.