Puede que, con apenas 10 años, sea pequeño en edad, pero Orlando Yaviel Berríos Oliveras es grande en empatía y corazón. Y así lo demostró en días recientes, cuando le propuso a su mamá Ivelisse Oliveras que el mejor uso que podía darle a sus ahorros era comprar juguetes para regalarlos a otros niños que, por la difícil situación que viven sus familias, no podrían recibir regalos.

Todo surgió luego que su mamá le mostrara a Orlando un video de la fundación de su maestra de quinto grado en la escuela El Farallón de Barranquitas, en el que mostraba los juguetes que había podido recoger y comentaba que aún necesitaban otros para poder regalar a todos los niños que tenían identificados.

“Mi mamá me enseñó el video. Y al día siguiente me iba a hablar de eso, y no la dejé hablar. Le dije que quería ayudar. Le dije que hiciéramos un trato, yo ponía mi dinero y ella ponía también. Y compramos juguetes y se los dimos a la maestra que es la que tiene la fundación”, contó el locuaz niño, con un tono de alegría y satisfacción.

Agregó que su maestra “me agradeció por el gesto que hice. Me dijo que siga así, para que sea bueno cuando sea grande”.

Ivelisse corroboró con orgullo la historia, y agregó que llegaron a un acuerdo de que cada parte daría la misma cantidad que ofreciera la otra.

“Cuando le comenté para hablar sobre el video, me dijo, ‘sí, vamos a donar’. Me dijo, ‘vamos a hacer un trato, lo que tú pones lo voy a igualar. Luego llamamos a la maestra, y se sorprendió porque fueron varios regalos. Se sintió bien contenta. No se lo esperaba. Y le escribió luego diciéndole que estaba muy orgullosa”, comentó Ivelisse.

La maestra, Rosalyn Berríos Ortiz, distribuye esos juguetes, así como alimentos y otras asistencias, a través de la fundación Ángeles del Centro, que opera junto colaboradores y líderes comunitarios en siete barrios de la zona montañosa central.

Ivelisse agregó que le gusta enseñarle videos de esa naturaleza a sus hijos, para enseñarles valores solidarios, ya que “a veces tenemos, y queremos más, sin mirar a esas personas que necesitan más que uno”.

“Yo estoy muy orgullosa de él. Estamos cosechando los frutos de lo que le hemos enseñado”, afirmó la también madre de otros dos hijos. “Él es un nene especial, bien servicial. Lo quieren muchísimo, mucha gente. No sé si es por ser él, por su condición de alopecia (perdida de cabello). Per es un ser de luz. En todos lados se da a conocer. Es un nene bien bueno”.

Dijo que posteriormente la maestra quiso dar a conocer lo ocurrido, y les ofreció un número para contactar a un medio de la zona que les harían una entrevista.

“Al principio no sabíamos. Él dijo que eso que eso son cosas que uno les gusta hacerla de corazón y no para que se enteren. Pero aceptamos porque dije que quería enseñarle a mi nene que cuando hace cosas buenas pues también recibe cosas buenas. Quisimos darle en esta ocasión la oportunidad para que vea que uno cosecha cosas buenas cuando siembra buenas cosas”, relató.

Orlando, por su parte, espera que su gesto pueda motivar a otros a acciones solidarias similares, de manera que se pueda llevar alegría a todos los niños y niñas.

“Me gustaría que otros también lo hagan, pa’ que los niños que a veces no tienen regalos, pues que tengan una sonrisa”, aseguró.

Mientras tanto, la maestra Rosalyn también está orgullosa de Orlando, y asegura que su aportación ya está en manos de niños que están disfrutando de esos juguetes.

Sin embargo, aseguró que hay mucha necesidad por las montañas de Barranquitas y espera poder seguir recolectando para llegar a los cerca de 300 niños de 80 familias que, de lo contrario, no tendrán un juguete en el Día de Reyes.

“Tenemos mucha necesidad aquí en el área de Barranquitas. La situación está bien precaria. Mucha gente trabaja por cuenta propia y está bien afectada por todo esto de la pandemia”, aseguró.

La maestra recordó que la idea de la fundación surgió luego que se hiciera viral un comentario suyo en redes sociales, en el que criticaba la falta de acceso a banda ancha en la montaña para que los estudiantes pudieran tener clases virtuales, y la consiguiente falta de igualdad en oportunidades educativas.

“Las personas me empezaron a buscar y a pedirme comida. Consulte con mi esposo, y me dice, ‘vamos a hacer grupos comunitarios y pedir ayuda. Comenzamos con comerciantes, luego se unieron algunas compañías más grandes. Pero vimos que también había otras necesidades, no solo de alimentos. Y ahí hicimos la fundación”, dijo Rosalyn.

Ángeles del Centro, explicó, trabaja con líderes comunitarios de siete barrios, que ayudan a identificar y llegar a esas familias más necesitadas. Habían comenzado desde septiembre a buscar regalos para los 300 niños, pero “no habíamos logrado que la campaña tuviera mucho ritmo”. Afortunadamente en los últimos días aparecieron más manos solidarias, como las del senador José Vargas Vidot.

“Y Orlando, cuando vio que era para niños que de verdad lo necesitaban, él bien virtuoso, no compró uno, compró siete regalitos. Y ya llegaron a otros niños”, afirmó entusiasmada.

Comentó que los entregó el día de Navidad, “en el mismo bolsito de papel, porque ni no había ni para envolver en papel de regalo. Pero ese día lloré muchísimo. Esos nenes estaban bien impactados, era el único regalo que tenían”.

“Le hice el comentario a compañeros que me habían entrevistado, por si querían entrevistar al nene (Orlando) porque me pareció bien significativo lo que hizo”, agregó la maestra. “”Necesitamos más niños como él si queremos que Puerto Rico tenga el cambio que espera. Como maestra, estoy superorgullosa”.

Según la maestra, al menos otro estudiante, de nombre Ángel, también “envió un donativo con su mamá”, y espera que otras personas se puedan sumar al esfuerzo que llevan a cabo.

Reiteró que hay muchas familias necesitadas en la montaña y “la situación es fuerte para esos nenes. Ayer mismo nos llamaron de otra nena, de 9 años, que no había recibido ningún regalo, y corrimos allí. Hoy fuimos a entregar alimentos a una madre, con tres niños, de 8, 6 y 4 años, que no tenía para alimentarlos”.

Si usted quiere secundar el gesto de Orlando y ayudar a la fundación Ángeles del Centro, puede enviar su donativo por ATH Móvil al 787-484-9413, o a través de PayPal al correo angelesdelcentropr@gmail.com. También puede contactar a la organización a través de su página de Facebook o directamente al número 787-484-9413. También, si un grupo de personas organiza alguna colecta de regalos, puede contactar a la fundación al mismo número, para que pasen a recogerlo a un lugar acordado.