A unos les gustaba más de madrugada, como antes. Pero otros prefirieron hacerlo a plena luz del sol.

El frenesí por las llamadas ventas especiales llevó este año a algunos consumidores a aprovechar, por primera vez, la apertura de comercios desde tempranas horas del Día de Acción de Gracias.

Aunque muchos de los clientes se mostraron en desacuerdo con que los comercios abrieran durante el tradicional feriado, considerado como un día de unión familiar, confesaron que acudieron tempranito a las tiendas en busca de artículos que habían visto en las hojas de especiales.

“Yo no estaba de acuerdo con esto (la apertura), pero estaba adornando el árbol, me quedé a mitad de luces y vine a comprar más adornos. Las cosas estaban a un 60% de descuento y aproveché”, compartió Yesiris Rivera, residente de Puerto Nuevo, quien llegó a media mañana al K-Mart de Plaza Las Américas, uno de los comercios que se adelantó a las ventas especiales y abrió la tienda desde las 7:00 a.m.

“Yo vine por una emergencia de unos zapatos y terminé comprando dos más para aprovechar el especial”, indicó Luis Barrios, residente de Santurce.

“Pa’ muchas cosas es bueno (que abran las tiendas), pero también hay que tener un poco de consideración (de las tradiciones) y de los empleados”, dijo cuando salía de la tienda por departamentos.

Otro residente de Santurce, Gustavo Lizardo, sostuvo que le era indiferente la apertura de las tiendas ayer. “Yo no celebro este día”, expresó el consumidor mientras adquiría artículos de primera necesidad.

Era la primera vez que el establecimiento abría en Puerto Rico al público el feriado de Acción de Gracias. Anteriormente, esto no se permitiría por la Ley de Cierre, derogada en 2017 por la administración Rosselló.

En las primeras horas, el flujo de clientes fue lento, pues la tienda había anunciado en una hoja de especiales que abriría a las 9:00 a.m. El gerente de la tienda, Mitchell Padua, dijo que decidieron antes para servir al público que acude diariamente a desayunar a la cafetería del local.

“Nosotros nos adelantamos siempre”, sostuvo Padua.

“Después que el pavo esté listo, esperamos el ‘boom’. Espero que se llene la tienda porque es la primera vez que K-Mart Puerto Rico abre un ‘Thanksgiving’”, agregó Padua.

El empleado Sammy Román, quien recibía a la gente en la entrada de la tienda, indicó que algunos clientes habían acudido temprano para comprar un generador eléctrico que está en especial a $349.

La cafetería de la tienda también tenía un especial de pavo, arroz con gandules, un complemento, y postre por $1.99.

Mientras, uno de los clientes, Manuel García, preguntó desde el estacionamiento. “¿Está abierto?”.

“Yo creía que abrían a las 9:00 a.m. Vengo a buscar unos tenis”, contó. Y los consiguió.

Asimismo, Yolanda de Jesús, residente de Dorado, salió con ropa y juguetes para sus nietos. “Vine a buscar el ‘cover’ del guía. Y aproveché los especiales y compré unas cositas”, contó.

Los empleados se reportaron a trabajar, pero recibirán paga sencilla, no doble, pese a que era un feriado. “Mi familia me llamó casi ahora y le dije que no esperen”, compartió por lo bajo uno de los empleados.

En términos de seguridad, dos policías del Precinto Hato Rey oeste, que patrullaban el área desde el amanecer del jueves, indicaron al mediodía que “todo” estaba tranquilo.

Dinámica distinta en la tarde

Decenas de personas hicieron filas al sol esperando ayer en la tarde la apertura de la tienda Walmart en Santurce –entre otras– para beneficiarse de los especiales.

El gentío acomodado en la acera y que comenzó a llegar antes del mediodía, literalmente le dio la vuelta al edificio ubicado en la parada 18.

El implacable sol obligó a varios a protegerse con sombrillas de todas clases, incluyendo las grandes de playa. La gerencia en un momento brindó botellas de agua de cuatro onzas a quienes esperaban.

Otros fueron preparados con sillas plegadizas. Ni las sombrillas, ni las sillas fueron admitidas dentro del establecimiento una vez abrió. Tampoco hubo una fila aparte para personas con necesidades especiales, habían anunciado por altavoz, entre otras reglas que debió seguir el público.

Carlos Sánchez, quien hacía la fila en silla de ruedas, dijo que aunque no le dieran trato preferencial, seguiría en la larga fila.

“Hay que hacer la fila”, dijo el hombre residente de San Juan, quien indicó que vino con familiares en busca de un televisor”.

“Vine a ver lo que encuentre en la tienda”, añadió.

La primera persona en entrar fue Johanna Nieves, de Guaynabo, quien llegó a la tienda ayer a las 5:00 a.m. Dijo que solo se encontró con el guardia de seguridad.

¿Valió la pena?, se le preguntó.

“Claro que valió la pena. Son los regalos para mis nietos”, explicó la mujer madre de cuatro hijos. Fue sola en busca de un PlayStation, televisores y tabletas.

En su recorrido por la tienda, soltó: “Mira como tengo estos pelos, estoy toda sudá”.

Junto a ella, luego de aplausos y vítores de los empleados para dar la bienvenida a los clientes, entraron otras 29 personas. La dinámica consistió, según Viviana Miranda, oficial de relaciones públicas de Walmart, en dejar entrar grupos de 25 a 30 personas cada 12 minutos.

Unos contentos, otros no tanto

Aunque las opiniones son divididas, muchos entrevistados por Primera Hora se quejaron de que la espera de ayer haya sido desde temprano en la tarde, porque hicieron filas bajo el candente sol.

Luis Guillermo Del Río Rivera, quien dijo que para él y su familia el venir a hacer esta espera es una “tradición”, explicó que prefiere hacerla en horas de la noche, como era antes. “Debieron abrir como a las 3:00 p.m. porque el sol ha sido implacable”, manifestó.

“Aprovechamos este momento porque, en verdad, nos economizamos mucho. Lo que no nos gustó esta vez es que lo han hecho el día de Acción de Gracias, que es un día para estar con la familia. Hubiéramos preferido que fuera como antes, de noche”, indicó Del Río Rivera, empleado del Municipio de Guaynabo, quien acudió con su esposa y un hermano, Rafael.

Compartió que habían acudido en busca de consolas Xbox y PlayStation, bocinas de audio, juguetes, ropa de cama y una cafetera.

“Para mí ya esto es una tradición. Los boricuas somos así: donde hay una economía vamos a estar, aunque nos economicemos un chavito”, indicó.

El guaynabeño dijo que ya ha desarrollado una estrategia, la que recomienda a todos: que las personas vayan con ropa adecuada, preferiblemente en tenis. A las mujeres aconsejó a utilizar carteras cruzadas al frente, no venir solos y si es un trío “mucho mejor”.

“Al área de electrónica hay que ir primero y los demás se pueden repartir a otras áreas”, recomendó el consumidor, quien llegó a eso de la 1:00 p.m., cuando ya había “mucha gente”.

Esta es la tercera vez que viene al Walmart de Santurce, indicando que anteriormente estuvo en los establecimientos de Bayamón y Carolina.

“Pero no es lo mismo, aquí es más controlado que allá, porque el espacio es más grande, la multitud es más grande y cuando abren, la gente empieza a brincar (las vallas)”, contó. Primera Hora pudo ver a agentes de la policía estatal dentro de la tienda.

Del Río Rivera también aconsejó a los padres a no llevar niños, ni que asistan mujeres embarazas, ni personas con impedimentos.

Marie Maldonado, quien también hacía fila, dijo que prefería hacerla de día como ahora, porque de noche es más peligroso.

“Preferimos tener la tranquilidad de hacerla de día, porque hay mucha criminalidad y de noche es más peligroso”, indicó Maldonado.

Añadió que hay madres que no tienen con quién dejar a los niños en las noches “y se los traen (de día)”. Primera Hora pudo observar varios menores, tanto en coches hasta preadolescentes, en compañía de adultos haciendo filas.

Maldonado acudió junto a un grupo sanjuanero y que fueron por bicicletas, scooters y un televisor.

“Es mejor de madrugada, porque uno pierde sueño, pero no tiene que pasar este calor. El sol marea y baja el azúcar”, expresó, mientras tanto, Yashira Rosario, residente de Santurce.

De hecho, antes de que abriera la tienda, una mujer de mediana edad se desmayó mientras aguardaba en la fila bajo el sol. Según testigos, la fémina cayó de bruces en el borde de la acera.

Dos paramédicos de una compañía contratada por Walmart le prestaron asistencia.