Vecino de Loíza crea un trencito para alegrar a los niños de su comunidad
Su invento se ha convertido una fuente de felicidad tanto para los pequeños que lo montan como para los adultos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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En una de las tranquilas calles del sector El Jobo de Loíza transita por estos días un tren que, aunque no se trata de una gigantesca máquina que se mueve sobre rieles, sí cuenta con la suficiente potencia para dar mucha alegría a los niños y niñas del área que se divierten con las trillitas que se dan en él.
Jimmy Cruz es el ingenioso creador de este artefacto. Aprovechó los conocimientos que adquirió durante años al control de otras máquinas para hacer su trencito, precisamente, con la intención de dar alegría a los niños que estaban pasando tanto tiempo encerrados por todo lo que ha traído la pandemia del COVID-19.
“La idea viene de cuando yo trabajaba en el Monoloro. De eso van más de 30 años. Yo era el chofer del trencito del Monoloro. Le daba mucha atención a eso y veía que se divertían mucho los niños, se divertían los adultos, porque era un trencito grande. Y siempre quería tener uno”, explicó Jimmy sobre el origen de la idea del trencito.
El Monoloro, explicó, era un parque de diversiones y zoológico que había en Carolina, que entre sus atracciones tenía un tren y varias machinas que Jimmy operaba.
Entonces, con la pandemia y viendo el encierro de los niños, Jimmy dio rienda suelta a su creatividad, recordando su experiencia del pasado.
“Ahora, con lo de la pandemia, veía a los niños encerrados, mis nietos... cuatro paredes. Y me daba miedo sacarlos. De verdad me daba mucho miedo sacarlos, les decía a los padres no los saques mucho porque esto está malo. Pues se enzorraban y veía a los vecinitos que venían pa’ acá enzorraditos. Y pues decidí fabricarles el trencito”, recordó.
Jimmy se fue a una ferretería, compró los materiales para el trencito. Agarró el tractor de cortar grama y le quitó la cortadora de grama para transformarlo en locomotora. Lo siguiente fue hacer los carritos. Abrió seis drones, les colocó adentro unos asientos de madera y les colocó plástico en el borde de la parte abierta. Para los chasis uso unos “hand trucks” (carretillas de mano) y, como no aparecieron soldadores disponibles, cortó el metal y resolvió “a tornillo por ahí pa’ abajo”.
“Hasta que lo armé. Y entonces decidí probarlo, llamé a los niños, monté a mis nietos, llamé a los vecinitos, y les dije, ‘vénganse, vamos a probar el trencito’. Y eso fue una cosa, que esos muchachos gozaban ahí montados. Y yo bien contento, porque mientras ellos gocen, yo gozo, porque eso es algo, se entretienen demasiado los nenes. De verdad que se entretienen mucho”, comentó.
De hecho, tal fue el impacto del trencito que, aunque no está terminado porque falta pintar los carritos, los vecinos comenzaron a poner las imágenes de las trillitas con niños felices en las redes y desde entonces el trencito lleva como un mes sin parar.
“Se convirtió en una atracción. Yo le dije a los papás, si le gustó el trencito, cuando tengan un cumpleaños avísenme rapidito que yo vengo y le pongo el trencito, y montamos los nenes y van a gozar muchísimo. Y están ellos bien contentos”, afirmó.
“Yo llevo 20 años, pero siempre me ha gustado Loíza y este trencito lo hice pa’ el sector El Jobo, para entretener los nenes de la comunidad. Y están bien contentos. Cuando yo lo prendo ellos arrancan a montarse”, dijo con una sonrisa.
Y aunque se trata de un ingenio casero, se toman toda clase de medidas de seguridad. Los niños usan mascarilla y los asientos se limpian con alcohol luego de cada trillita.
Los viajes no tienen un horario fijo y Jimmy tampoco cobra nada por ellos. Simplemente, es algo que hace para divertir a los pequeños.
“Cuando yo tengo el tiempito y ellos están por ahí, pues móntense ahí y vamos a dar una vuelta. Lo que no quiero es que los niños estén en cuatro paredes. Eso los hace sentir bien mal, bien mal”, aseguró.
“No sabía que iba a salir tan bueno esto. No me imaginaba. Pero estoy bien contento. Todos, los papás, la líder comunitaria, todos me han apoyado mucho, están bien contentos”, afirmó Jimmy.
La líder comunitaria Carmen Julia “Juliana” Calderón López dio fe de lo mucho que aprecian el trencito de Jimmy en la comunidad, que carece de parque y centro comunitario, y usan un terreno baldío para las actividades.
“Es algo de maravilla, espectacular. Está impresionante. Cuando lo vi que pasó dije, ‘esto hay que grabarlo’. Pero estoy bien emocionada. Y los nenes gozando, de maravilla. Yo no me meto ahí porque yo no quepo. Pero me disfruto tanto afuera como ellos adentro, porque yo me lo gozo. Lo importante es que ellos se disfruten esto. Y hay que apoyarlo, porque son cosas bien positivas. Yo estoy bien orgullosa”, aseguró la líder comunitaria sin poder contener su emoción.
Y por si quedaba alguna duda de lo que decían los adultos, Jimmy decidió prender el tren para dar otra vuelta. De inmediato, apareció una avalancha de niñas que estaban jugando por los alrededores y todos los vagones se llenaron. El tren arrancó entre risas y saludos, a recorrer las calles de El Jobo transportando y repartiendo esa alegría.