Vecinos de Dorado del Mar denunciaron hoy, miércoles, que el prominente desarrollador Cleofe Rubí logró, sin autorización ni consulta de la Compañía de Turismo, obtener los permisos para construir un condo-hotel de 10 pisos con 128 apartamentos de tiempo compartido (time share) y casino, así como un multipisos de 684 espacios de estacionamiento.

Al hacer la denuncia, el portavoz de los residentes de Dorado del Mar, José Ignacio Giraldo, indicó a Prensa Asociada que Rubí obtuvo el aval de la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE) el 3 de noviembre de 2006 sin que se le hiciera una consulta a la comunidad ni a Turismo.

“Los residentes de Dorado del Mar nos enteramos por pura casualidad cuando fuimos a ARPE a buscar el caso del multipisos... cuando buscamos el expediente vimos el otro expediente con otro número del Condo-hotel Dorado 128”, dijo.

“A nosotros nunca jamás se nos consultó y, ni siquiera, creo a la Compañía de Turismo, cuando se trata de un proyecto condo-hotel de ’time share’ con casino”, indicó Giraldo.

Los residentes denunciaron que Rubí pretende desarrollar dos torres de apartamentos, el casino y el multipisos en un campo de golf que colinda con residencias y la escuela Dorado Academy, lo que, según Giraldo, “estaría en contravención de decisiones gubernamentales anteriores”.

Jessica Castillo, secretaria de Rubí, indicó que de inmediato el desarrollador no estaba disponible para reaccionar a la AP porque tenía que cumplir con una serie de compromisos y reuniones y que, de ser posible, reaccionaría posteriormente.

Según el líder comunitario, cuando en el 1991 la Compañía de Turismo evaluó la construcción del Embassy Suites condicionó su apoyo al proyecto a que se mantuvieran las áreas verdes del campo de golf por ser un área turística.

“Tal parece que Rubí ni desea que la Compañía de Turismo se entere del proyecto, a pesar de que se trata supuestamente de un proyecto turístico. A lo mejor alguien en esta agencia se pudiese acordar de la decisión de no permitir más áreas impermeabilizadas en el complejo de Embassy Suites”, dijo.

El director de prensa de comunicaciones de Turismo, Iván Cardona, indicó que esa corporación atenderá el reclamo de los residentes del Dorado del Mar.

“La Compañía de Turismo va a recoger la preocupción y querella de los residentes y va a proceder a investigar las alegaciones para determinar si ha habido algunqa irregularidad con el proyecto en base al endoso que se le dió originalmente”, dijo Cardona a la AP.

Giraldo precisó que en el expediente del caso que obra en ARPE confirmaron que no hubo una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y que tampoco se hizo una consulta con otras agencias reguladoras.

En cuanto al suministro de agua potable, afirmó que tiene evidencia de que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) no está aprobando proyectos nuevos en Dorado, precisamente por la falta de disponibilidad de agua y por la sobrecarga de la Planta de Tratamiento de Aguas Usadas de Dorado, que está bajo arresto por la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA).

“No es aceptable que un proyecto de tal magnitud en Dorado no cuente con una evaluación integral de los impactos ambientales, sociales y de infraestructura visto en conjunto con los muchos otros proyectos que se proponen para el área”, destacó.

En una carta enviada a ARPE, los residentes de Dorado del Mar hacen una serie de señalamientos en contra del desarrollador alegando que ha violado reglamentos y leyes ambientales según consta en los expedientes de esa oficina.

Denunció que Rubí construyó obras permanentes que incluyeron un edificio de dos plantas en hormigón dentro de los 20 metros de la Zona Marítimo Terrestre (ZMT).

“Estas obras se hicieron sin el debido permiso de ARPE, según consta en el reporte de investigación de mayo 1997 y dirigido a Cleofe Rubí. Tampoco se obtuvo un estudio, evaluación o permiso de parte del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales para construir esta edificación dentro de un área restringida”, reza la misiva.

“No cumplió con las disposiciones del anteproyecto aprobado 92-11-A-391-CPA, en el cual se especificaba las dimensiones del paso de servidumbre para acceso del público a la playa en las inmediaciones de la playa. El paso de servidumbre fue reducido unilateralmente de 16’-4” a 14’-1” según consta en el reporte de ARPE con fecha de mayo 1997 y dirigido a Cleofe Rubí”, agrega el documento.