Ponce. Los vecinos de la calle Balajú, Puerto Viejo y otras áreas de La Playa de Ponce se sienten abandonados porque el Gobierno central no culmina la construcción de un canal que solo ha provocado problemas a la comunidad.

Carlos Rivas, residente en la calle Cupey, explicó que como parte de los trabajos del denominado megapuerto de Ponce, la zona donde ubican sus residencias fue clasificada como de valor añadido, por lo que de inmediato se delinearon planes de desarrollo en el lugar.

Recordó que durante la administración del entonces alcalde Francisco Zayas Seijo se les prometieron nuevas viviendas a 22 familias, cuyos terrenos serían parte del proyecto de construcción de un canal que permitiría el flujo del agua dentro y fuera del mar.

El líder comunitario indicó que a cambio se les pagó el valor de las viviendas, cantidades que no eran suficientes para adquirir nuevas casas.

“Mayita (la alcaldesa María Meléndez) dijo que como ese proyecto no era de ella no estaba obligada a honrarlo”, denunció.

Los trabajos del canal se alteraron, colocándolo más cerca de la comunidad, pero nunca se completaron. Realizaron un proyecto sanitario que provocó tres inundaciones de aguas usadas en las calles, desechos por los que estos vecinos tuvieron que caminar por días.

“Detuvieron la construcción hace tres años porque supuestamente había un hallazgo arqueológico, pero nunca buscaron”, narró indignado el vecino.

Desde entonces, no se le ha dado mantenimiento al canal, el que tiene aproximadamente 10 pies de profundidad y que está lleno de basura, maleza y agua estancada.

Esto último preocupa mucho a los vecinos, ya que ocasiona un grave problema de mosquitos.

Sobre la construcción del canal, el querellante señaló que aún no se ha resuelto el control de inundaciones, ya que en tiempo de muchas lluvias la comunidad queda incomunicada.

Actualmente, el desvío de dos carriles construido sobre el canal culmina frente a calles sin salida y junto a una estrecha calle por donde los conductores se las ingenian para poder transitar.

“Si el proyecto no se hace, que por lo menos ensanchen la calle Balajú”, mencionó Rivas.

“Hasta el momento nadie ha dado cara, no entiendo por qué se detuvo”, reiteró Rivas mientras mostraba un vídeo de las inundaciones en el 2012.

Destacó que en el lugar residen unas 200 familias de escasos recursos, muchas de las cuales son de envejecientes, quienes añoran poder tener una vida tranquila y segura.