Mientras los servicios de electricidad y agua potable son restablecidos a cuentagotas tras el paso del huracán  Irma por la Isla, ciudadanos hacen largas filas para conseguir uno de los más preciados productos en este tipo de emergencia: el hielo.   

Ayer, dos de los principales centros de abastecimiento de hielo de la zona este no se vaciaban.  “Hemos estado las 24 horas los siete días a la semana. Estuvimos vendiendo hielo por la ventanilla ya que cerramos la fábrica a las 10:00 de la noche (del miércoles). Ya una vez supimos que era seguro, abrimos y no nos hemos detenido”, explicó Roberto Carlos Arroyo, administrador de Rogelio’s Ice Plant, localizada en el sector Bairoa en Caguas.

Arroyo sostuvo que los empleados llenaron una nevera con capacidad para 10,000 fundas de ocho libras y todas fueron despachadas, tanto al público en general como a establecimientos desde Fajardo hasta Humacao. El local está limitando a dos fundas de hielo por cliente. Además, no se están vendiendo bolsas de 40 libras para efectos de control.

“Tenemos que asegurarnos de atender a la mayor cantidad de personas posibles. Establecimos un sistema de que hacen una fila, dejamos entrar al mini-market 10 clientes a la vez y, cuando pagan las dos fundas, las recogen con el recibo de compra”, explicó Arroyo, quien aseguró que no ha confrontado inconvenientes con la clientela.

“Han sido bien comprometidos y pacientes. Nos preparamos hasta con personal de seguridad armada para alguna eventualidad. Hemos tenido personas que han venido de toda la zona y sin problemas”, indicó. 

Asimismo, Iceman Services ha estado recibiendo a los consumidores que buscan del limitado suministro de hielo.

“Tuvimos que cerrar antes del huracán porque se había acabado. Pero gracias a que tenemos una planta generadora de electricidad y el servicio de la Autoridad (de Acueductos y Alcantarillados) nunca dejó de funcionar, hemos podido venderle a la gente que viene”, recalcó Mariano Rosa, encargado de la planta ubicada en el corazón de Humacao.

En Iceman Services también están despachando dos fundas de ocho libras por persona.

“Ha sido bien controlado y no hemos tenido una fila más allá de 25 personas”, afirmó Rosa.