Para el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Javier Vélez Arocho, sigue vigente el acuerdo para la compra de los terrenos donde se proyectaba construir el megahotel Costa Serena en el barrio Piñones de Loíza.

Ello, a pesar de la demanda federal en que la corporación PFZ Properties, dueña de las 1,354 cuerdas donde se construiría el megaproyecto, exige al Fideicomiso para los Terrenos Públicos (TPL, en inglés) de Estados Unidos que le pague $81.2 millones por supuestamente haber sido responsable de que se malograra un contrato para que el gobierno de Puerto Rico adquiriera los terrenos ecológicamente sensibles.

"El Departamento tiene un contrato vigente hasta el 31 de marzo y seguimos en la intención de comprar, esperando que ellos quieran vender", sostuvo el martes en entrevista radial (WSKN).

Señaló que si no se concreta el acuerdo para el 31 de marzo, darán a conocer los pormenores del contrato y las acciones a seguir.

Vélez Arocho añadió que la agencia no ha recibido información alguna en el sentido de que el contrato no siga vigente.

Aunque hace referencia al DRNA a través de toda la demanda —por incumplimiento de contrato, interferencia torticera (fuera de ley), conspiración y daños— PFZ no demandó a la agencia puertorriqueña.

La corporación radicó la demanda porque no está de acuerdo con las tasaciones del terreno que fluctuaron entre $5.1 y $5.4 millones.

Según PFZ Properties, si la propiedad hubiese sido tasada apropiadamente bajo las condiciones pactadas en los acuerdos de compraventa con el TPL y el DRNA, en este momento la agencia local hubiese estado obligada a comprar la propiedad por un valor estimado en al menos $81.2 millones.

La corporación pretendía construir un hotel de 880 habitaciones —el más grande en la Isla— pero desistió en marzo de 2007 tras una oferta del DRNA para comprar el terreno y agregarlos a una reserva natural que la agencia maneja en el área.

PFZ objetó que el TPL y el DRNA incluyeran en los requisitos de tasación un deslinde de la zona marítimo terrestre y los mapas de inundabilidad de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).