Estudiosos de la cultura boricua consideran que, en Puerto Rico, la celebración de los Tres Reyes Magos continúa siendo una de nuestras más importantes tradiciones, a pesar de las transformaciones y la modernización sufridas por la sociedad.

Todavía en los hogares de Puerto Rico los niños esperan la llegada de los Magos con ilusión, no importa que se les haya adelantado Santa Clos.

En muchos pueblos de la Isla se continúa la tradicional celebración de las promesas cantadas.

De hecho, una de las imágenes más trabajadas por los artesanos y talladores de santos es precisamente la de los Reyes Magos.

Hay quienes sienten nostalgia por lo que una vez fue la celebración, y quienes defienden la tradición como un acto de resistencia y de afirmación de la identidad puertorriqueña.

El cantautor Andrés Jiménez “el Jíbaro” recuerda su niñez en los campos de Orocovis, cuando no había carreteras, solo caminos reales.

“Era bien campo adentro, donde vivía nuestra gente, nuestros familiares e íbamos a hacer parrandas. Era la fiesta más importante de Navidad. En los campos no se conocía eso de Santa Clos. Sí se celebra la Nochebuena y el Año Nuevo”, dijo.

“Los Reyes eran muy pobres y había que ser creativos porque no había dinero para comprar juguetes. Los papás se las inventaban para tener un juguete. Eran cosas sencillas”, rememoró.

Ese día ponían su caja con yerba para los caballos y miraban la constelación de Orión en el cielo para comentar: “Mira, están cerca”, relató.

Después vino la modernización, las carreteras, los autos y el espíritu de la época fue desapareciendo y empezaron a celebra a Santa Clos, observó el intérprete.

“Empezaron a dar juguetes a los niños antes, en la Navidad, y la tradición fue cambiando pero siempre ha sido y es el día más importante”, afirmó.

Jiménez indicó que ya no se puede establecer una diferencia entre la ciudad y los campos, porque los centros comerciales están metidos en la montaña.

El cantautor indicó que muchos quieren preservar la tradición de nuestros antepasados, por lo que la celebración del Día de Reyes se convierte en un proceso ideológico y sicológico de afirmación nacional.

“Es un símbolo de resistencia y afirmación y vamos a ir recuperando la tradición. Es parte de una tabla de salvación”, acotó.

Están vigentes

De acuerdo con el escritor y promotor cultural Aníbal Rodríguez Vera, la tradición de la celebración de los Reyes Magos es la que más vigente está en nuestra cultura.

“A través de los años se ha ido fortaleciendo. Lo digo porque cuando vas a una feria de artesanía ves una gran cantidad de Reyes Magos tallados en la forma tradicional, en madera, en cerámica, en serigrafías, pinturas, en una variedad tan amplia... No hay un artesano que esté en la talla que no haga Reyes Magos”, dijo.

“De todas las manifestaciones de arte popular que han permanecido con el tiempo, son los Reyes los que el pueblo atesora, bien sea en las artes plásticas, en festivales, como la tradicional celebración en Juana Díaz”, afirmó.

Quizás en la ciudad no se siente tanto, agregó, pero en los pueblos de la Isla una gran cantidad de personas celebra la víspera de Reyes.

“En mi pueblo le hacen las paradas y promesas de Reyes, que consisten en que la gente va a cantar a un hogar . En Quebradillas hay cinco lugares que se llenan. Están toda la noche visitando altares. Mis nietos traen yerba para los Reyes”, apuntó Rodríguez Vera.

A caballo

Cuando llegaron los españoles, relató, trajeron la imaginería popular y piezas en porcelanas y barro, pero el campesino, ante la limitación económica, comenzó a tallar las piezas como él las imaginaba.

“De ahí surge la importancia de los Reyes Magos en Puerto Rico, que los montaron en caballo. Es el único país en que los Reyes están montados en caballo. En América Latina y España están montados en camellos”, expuso.

Rodríguez Vera recordó que con la fundación del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) en 1955, la talla se elevó a categoría de obra de arte.

Los hicimos santos

Ángel “Chuco” Quintero, del Centro de Investigaciones Sociales de la UPR, afirmó la importancia que tienen los Reyes en las Antillas y muy particularmente en Puerto Rico, donde los llamamos santos.

“Pero no es San Melchor, ni San Gaspar, es la agrupación, lo homogéneo, lo que se santifica”, recalcó.

Otro aspecto de nuestros Reyes, dijo Quintero, es que contrario al oro, el incienso y la mirra que llevan los Magos de Oriente, nosotros los criollizamos.

“No solo los criollizamos con el caballo, sino que en vez de mirra y demás presentes se les representa con un güiro y con un cuatro, llevando una parranda”, dijo.

“Desde un tiempo atrás y todavía las tallas que más se encuentran son las de los Reyes que, según la iglesia, no son santos. Nosotros las usamos como si fueran santos. Hoy día, en las ferias de artesanos, los Reyes son la figura predominante”, señaló.