Vivamos en estado de gratitud
El cantautor, Pedro Capó reflexiona sobre cómo este año ha sido uno de introspección y una pausa necesaria para pensar y revaluar.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Gracias a Primera Hora por darme la oportunidad de dirigirme a mi querido pueblo de Puerto Rico. No es coincidencia que haya escrito esta columna la semana de Acción de Gracias, una tradición que en realidad debería ser un estilo de vida.
Todos nosotros sentimos gratitud de una manera u otro todos los días. Gratitud por estar vivos, por tener a nuestros seres queridos, por el hermoso sonido de la risa de nuestros hijos.
Este año ha sido una montaña rusa de emociones, desde una pandemia para la cual no estábamos preparados, elecciones tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, la lucha por la justicia racial... En fin, es un año en el que dar gracias se convierte en una tarea difícil de hacer.
Para mí, este año ha sido uno de introspección, una pausa necesaria para pensar y revaluar. Lo más importante que he aprendido es que dar gracias, en especial en un año de pruebas como lo ha sido 2020, es un ejercicio para el alma.
Este año cumplí 40, entro en una etapa nueva en mi vida marcada por la madurez, por el agradecimiento de estar vivo, por la luz en mi vida. Al igual que ustedes, he sentido que este año me ha puesto a prueba.
Desde el homeschooling con mis hijos, hasta aprender a manejar la ansiedad que causa la realidad del COVID-19, tratando de proteger a los míos. He tenido que aprender a dar gracias de manera consciente. Viviendo el presente y disfrutando el aquí y ahora. ¡Jamás pensé que me iba a tocar darle clases a mis hijos! Al principio sentía frustración, ¿a quién se le ocurrió cambiar la manera de hacer las matemáticas?
Tomó tiempo darme cuenta de que la vida me estaba dando una oportunidad única de pasar más tiempo con mis hijos, viéndolos aprender y crecer, convirtiéndose ante mis ojos en seres humanos maravillosos, llenos de curiosidad con una luz propia que alumbran el mundo.
De esta experiencia aprendí a dar gracias por los educadores que todos los días enseñan con amor y paciencia, moldeando las mentes del futuro.
El agradecimiento es mucho más que un sentimiento, es una herramienta que nos ayuda a mejorar las emociones negativas que sentimos. Hay personas ricas miserables y hay personas que pensamos no tienen nada, pero llevan una sonrisa en el rostro.
Este cambio en mi pensar me llevó a dar gracias con conciencia, reemplazando los sentimientos de negatividad con sentimientos de gratitud. Es dar gracias, no por lo material, todo va y viene, si no dar gracias por lo que tenemos que no puedes cuantificar. Cambiar el lente con el que miramos la vida nos lleva a entender que dar gracias es la vía que te lleva a la felicidad.
Dando gracias por las cosas pequeñas como los días de sol, gracias por nuestros seres queridos, por la salud, por la música y en especial por los héroes sin capa como es el personal médico, personal de primeros auxilios, y todos los que arriesgan sus vidas cuidando pacientes con COVID-19.
Ser agradecido es una elección que tenemos que hacer en cada momento. No esperes al Día de Acción de Gracias para ser agradecido. Comienza aquí y ahora, viviendo tu vida en un estado de gratitud.