Destrozada todavía por la tragedia que vive su familia, pero de pie ante el deber de apoyar a su hija y de echar hacia adelante a sus nietos, Luz E. Camacho batalla constantemente con sus emociones, desde que se supo la noticia de que su nieta, de 13 años, había sido quemada viva por un joven de 19, en su residencia en Cabo Rojo.

La mujer, quien tiene la custodia provisional de los otros dos hermanos de la víctima en lo que el Departamento de la Familia (DF) culmina su investigación, narró lo difícil que han sido estos días, con una nieta que batalla entre la vida y la muerte, una hija que también resultó afectada físicamente en el incidente y una familia a la que le tomará mucho tiempo retomar la normalidad en sus vidas.

“Todavía no lo creo. Me levanto todos los días a ver si fue un sueño y que la nena está bien, pero no es así… Uno no está preparado para vivir esto. Ni con los hijos, ni con los nietos, ni con nadie. Hay que vivirlo para saberlo”, dijo Camacho.

“Mi alma está destrozada, pero estoy sobreviviendo… Yo soy fuerte y pongo de mi parte. Ya el daño está hecho, pero lo que me interesa es poder ayudar a mi familia, a mi hija y a mis nietos. No la voy a dejar sola en un momento así. Me caigo y me levanto, porque hay que pensar en los niños”, agregó.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de marzo cuando Wilson Javier Meléndez Bonilla entró a la residencia de la niña, con quien sostuvo una relación sentimental, y le arrojó gasolina para luego prenderla en llamas. La menor resultó con quemaduras en el 90% de su cuerpo y todavía permanece en la unidad de intensivo del Hospital Pediátrico de Río Piedras en condición delicada. 

Meléndez Bonilla fue acusado de intento de asesinato, escalamiento agravado, incendio agravado, agresión sexual en modalidad de violación técnica y una infracción al artículo 15 de la Ley de Maltrato Animal.

“De la niña no nos dan mucha información, pero lo que sabemos es que está tolerando los medicamentos y dentro de la condición, está ahí”, destacó.

El DF aún mantiene activa una investigación ante la posibilidad de que la madre de la víctima haya cometido alguna negligencia al consentir la relación del joven con su hija menor. 

“Si los padres cometieron un error, pues en su tiempo tocarán eso. Ahora hay mucho dolor. Demasiado sufrimiento... es algo que no se lo deseo a nadie”, lamentó Camacho. 

Falta mucho

A la residencia de Camacho se personaron miembros del Club de Leones de Mayagüez, la fraternidad Phi Sigma Alpha y la senadora Evelyn Vázquez, para llevar ayuda a los niños y apelaron a otras organizaciones para que también le brinden la mano a esta familia, que en el incendio perdió todo lo que había en su hogar.

“El llamado es que otras agencias y entidades se puedan unir, que podamos habilitar ese apartamento y que una vez la niña salga del hospital, que puedan regresar a ese hogar y que tengan las cosas básicas”, sostuvo Vázquez quien reveló que la mamá de la víctima ya fue dada de alta y el Departamento de la Vivienda le consiguió una vivienda. 

Sin embargo, todavía falta mucha ayuda. Entre los artículos más apremiantes figuran pañales tamaño mediano, ropa de cama, nevera, estufa y muebles de la sala; toallas, enseres de cocina, ropa tamaño pequeño (small) para niño y niña, entre otros.

Para contribuir puede comunicarse al 787- 349-2420 o al 787-605-4647.