Con humildad, Gabriel Ortiz confesó que las lágrimas que derramó cuando se enteró que pasó la reválida de medicina y que se hicieron virales en un video casero de otra ciudadana, son las mismas que le vienen a cualquier estudiante que se sacrifica en lograr una meta y un sueño. 

Ortiz fue enfático en que como él son muchos los que tienen un camino pedregoso para lograrlo, pero no es imposible. Es por eso que cuando abrió el sobre que contenía el resultado, allí en el correo de Guayama, su reacción fue derramar lágrimas de agradecimiento a Dios.

“Solo podía dar gracias. No me salía otra palabra que ser agradecido. Solo pensaba en mi familia, en mi papá, en mi mamá, porque sé que si el resultado hubiese sido diferente, ellos eran los que me iban a levantar y me iban a dar el ánimo para que no me quite. Yo dudaba mucho de mí, a veces uno pierde el aliento, pues teniendo un hijo las cosas se ponen más difíciles. Me complicaba más el proceso. En un momento dado, como cualquier otro padre, lo que pensaba era cómo yo le voy a proveer a él. Y con quién más podía estar agradecido si todas las mañanas me encomiendo. Yo no soy el más creyente, ni el más religioso pero yo sé que si uno es agradecido, las cosas en su debido momento van a estar ahí”, reconoció Ortiz de 32 años y padre de Mateo Gabriel Ortiz Hernádez.

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“Yo sin saber he hecho llorar a todo el mundo, no era mi intención. Eso demuestra que no estamos perdidos como país, que hay sentimiento en un momento cuando más solidarios tenemos que ser, más empatía tenemos que tener, echar pa’lante y dar un aliento de esperanza a un país que necesita profesionales, necesita gente que tenga la devoción de servirle a Puerto Rico en estos momentos. Es simplemente esto. Yo no he leído los comments, no me he metido en las redes pa’ chequiar nada. Si vi el video lo vi ayer”, dijo.

El joven médico, inició sus estudios en San Pedro de Macorís en República Dominicana, pero problemas con los préstamos educativos en la institución lo obligaron a culminarlos en University Health of Science Antigua. En diciembre pasado fue que pudo tomar el examen pues sucedieron varios tropiezos que le complicaron el proceso de estudios, entre ellos una mudanza fuera del país a consecuencia del huracán María, pues su esposa perdió el trabajo.

“Mi carrera fue tediosa porque todo tiene un deadline. Si tú no cumples algo en cierto tiempo pues tienes que esperar un año. Si no pasas el examen tienes que esperar cierto tiempo para volver a repetirlo y uno sale de la escuela de medicina, muchos no tiene la dicha de que le paguen los estudios, pues con préstamos y se va ahogando en deudas, el aliento lo pierdes, la esperanza, pero yo pongo siempre a Dios por delante, le encomiendo mi vida siempre, el tiene el control y con todo y eso uno duda de uno mismo. Ese día (el del video) mi papá, que es pediatra, me llama y me dice que unos compañeros ya pasaron (la reválida) y pues te puedes imaginar, yo que tenía ansiedad, eso fue como una presión”, relató.

Aseguró que en un principio le incomodó un poco la publicación del video porque se considera un persona reservada, pero agradece a la señora por haberlo expuesto, pues ahora tiene la encomienda de llevar un mensaje.

 “Eso que me pasó, le pudo haber pasado a cualquiera porque yo no soy la única persona que ha pasado un examen o ha tenido que luchar para alcanzar su sueño y realmente no quiero hacerlo sobre mí. Yo cuando leí el mensaje de la señora me di cuenta que Dios tiene un propósito  y pues si soy el que tengo que llevar un mensaje de esperanza, de motivación, de que no nos podemos quitar, pues lo voy a hacer. Hay a quienes el camino se les hace fácil, de la A a la B llegan rápido, pero hay otros que le toma hasta la Z. Yo no soy persona de estar poniendo las cosas en las redes. Ese día me desplome porque tenía mucha presión en mi vida y me grabaron”, confesó todavía con aires de emoción en su voz.

“El momento de Dios es perfecto. Él sabe lo que hace. Todas las historias son distintas y  a veces vemos al profesional por ahí hecho y derecho, pero nadie sabe el sacrificio que tuvieron que hacer, unos más que otros. No es fácil”, admitió.

Ahora, Ortiz se prepara para identificar el hospital donde realizará el  internado para su año de servicio y así obtener su licencia provisional. De igual manera, ya tiene programado tomar los exámenes de Estados Unidos para una posible especialización que realizaría en medicina interna o ginecología u obstetricia.  

“Lo pongo en las manos de Dios, pero si me tengo que quedar como médico generalista lo haré con mucha vocación y empatía, que podamos entender a las personas, pero practicando la medicina de prevención que tanto necesitamos. No podemos esperar a que las enfermedades nos ataquen para luego combatir. Si las podemos prevenir chequiándonos, haciéndonos trabajos de rutina, ejercicio, un balance, que en Puerto Rico es bien difícil  hacer dieta, así lo haré. Dios es el que sabe, yo no se nada. Yo tengo que poner mi empeño en lo que quiero y no perder de vista la meta, pero la última palabra la tiene Él”, puntualizó.