El alcohol y el sexo no siempre mezclan.

Esa fue la dura lección que aprendió Emma Philips, una mujer de 24 años residente en Reino Unido que tuvo que ser llevada de emergencia al hospital luego de encontrar el vibrador que se le había perdido.

¿Dónde estaba? Dentro de ella. MUY adentro de ella.

Según informa el diario The Sun, Philips y su pareja, Lee Miller, llegaron a su casa luego de darse par de tragos cuando decidieron probar el juguete sexual de 7 pulgadas de largo que habían comprado.

Al día siguiente, nadie encontraba el vibrador. Fue entonces cuando Emma sintió que su estómago vibraba. De acuerdo con The Sun, Lee intentó sacarlo usando un tenedor y pinzas de BBQ, pero al final no tuvo de otra que pedir ayuda médica.

La madre de una niña de dos años dijo sentirse avergonzada por la situación, pero sabía que no había otra solución.

“No íbamos a hacer nada por la vergüenza –hay un gran tabú al respecto-, pero sabíamos que necesitábamos ayuda”, dijo Emma a The Sun, aunque por lo visto el bochorno no le duró mucho, ya que ella misma subió fotos de su situación a las redes sociales.

Emma tuvo que ser sometida a una endoscopía introduciendo una cámara por su garganta para empujar el juguete fuera de su recto, y ahora tendrá que evacuar dentro de una bolsa de colostomía durante 6 meses.