Una joven de 24 años, identificada como Hannah Roper, vivió una experiencia aterradora que casi le cuesta la vida. Tras una noche de copas con su amiga, terminó en el hospital y pasó por una cirugía de emergencia para extirparle parte del cráneo debido a una caída por las escaleras.

Este accidente, ocurrido hace más de un año, dejó a Hannah con un cráneo parcialmente metálico, según relató ella misma al Daily Mirror.

Un accidente inesperado

En octubre de 2024, la joven británica viajó a Fenton, una ciudad vecina, para disfrutar de un día libre con una amiga. Durante su encuentro, las dos compartieron una botella de vino y, al final de la noche, decidieron continuar la velada en la casa de su amiga.

Sin embargo, el destino dio un giro inesperado cuando, al intentar ir al baño, Hannah abrió por error una puerta que conducía directamente a un sótano. La caída por las escaleras fue brutal.

Hannah Roper.
Hannah Roper. (Redes Sociales)

Su amiga, al escuchar el fuerte ruido, corrió al lugar y encontró a Hannah tirada al pie de las escaleras, con la nariz y los oídos sangrando. La joven comenzó a desmayarse y a vomitar, por lo que rápidamente se llamó a una ambulancia.

“Un error tonto casi me mata”

La gravedad de la situación quedó patente cuando, al llegar al hospital, los médicos le informaron que, si hubiera esperado más tiempo para recibir atención, podría haber muerto. “Un error tonto que cometí estando borracha casi me mata”, explicó Hannah, visiblemente impactada por lo sucedido. Los médicos tuvieron que extirparle la mitad del cráneo para aliviar la presión y reducir la inflamación cerebral.

Después de la cirugía, Hannah pasó cinco meses usando un casco para proteger su cerebro expuesto. Finalmente, le colocaron una placa metálica para reemplazar la parte faltante de su cráneo. “El cirujano me dijo que tenía el cerebro inflamado, así que tuvieron que ponerme un drenaje para drenar la sangre. Me quitaron la mitad del lado izquierdo del cráneo. Ahora tendré una placa de metal en la cabeza de por vida. Parte de mi cabeza será de metal para siempre”, relató.

Predicción extraña del accidente

Lo más desconcertante de todo fue que, meses antes del accidente, un psíquico había predicho lo sucedido. Según cuenta Hannah, en abril de 2024 había visitado a una adivina que le advirtió que no fuera a Fenton y que “tuviera cuidado con la bebida” si lo hacía. Aunque inicialmente evitó la ciudad, en algún momento decidió visitarla, y, trágicamente, el accidente ocurrió tal y como había sido predicho.

“No fui durante meses, y luego fui, y esto sucedió. Ella predijo mi accidente”, comentó sorprendida.

Recuperación y secuelas

Aunque ha pasado más de un año desde la caída, la joven sigue enfrentando las secuelas. Aunque no ha sufrido daños cerebrales permanentes, su vida diaria está marcada por cansancio y mareos constantes. “Como es una lesión cerebral, puede afectarlo todo. Fui a España en agosto y la lesión afectó mi control de temperatura; vomitaba todos los días. Ahora también tengo desequilibrios hormonales por ello”, explicó.

Con el apoyo de una recaudación de fondos en línea, que le permitió recaudar más de 2,000, Hannah se está preparando para una segunda cirugía cerebral. A pesar de las dificultades, sigue adelante con su recuperación y la esperanza de mejorar su calidad de vida.