Un detalle en el diseño de los mahones sigue generando curiosidad: los pequeños botones metálicos ubicados en los bolsillos delanteros.

Aunque muchos piensan que son decorativos, su origen y función son mucho más prácticos de lo que aparentan.

La historia de esta prenda de vestir se remonta a 1873, cuando el sastre Jacob Davis y el comerciante Levi Strauss unieron fuerzas para crear ropa resistente destinada a trabajadores del oeste de Estados Unidos, como mineros y leñadores.

Una queja frecuente de esa época era que los pantalones se rompían fácilmente debido al uso rudo. La solución de Davis fue simple pero muy ingeniosa: colocar remaches metálicos en los puntos de mayor tensión, como las esquinas de los bolsillos, para reforzar las costuras.

Esta innovación no solo alargó la vida útil de los pantalones, sino que marcó un antes y un después en la confección de ropa de trabajo. Tan funcional fue el diseño que en ese mismo año, Davis y Strauss patentaron el uso de remaches, un elemento que permanece hasta hoy en muchas versiones del clásico mahón.

El pequeño bolsillo: ¿para qué sirve realmente?

Otra característica que ha despertado preguntas es el diminuto bolsillo que se encuentra dentro del bolsillo derecho delantero. Aunque hoy muchos lo usan para guardar monedas o encendedores, su propósito original era guardar un reloj de bolsillo, un accesorio común entre los hombres del siglo XIX.

Este diseño fue heredado de los overoles de trabajo, donde los bolsillos pequeños protegían objetos delicados. A pesar de que los relojes de bolsillo han quedado en el pasado, el pequeño bolsillo sigue siendo parte del diseño como un homenaje a la tradición.

Cambios con el tiempo

Los mahones originales de 1879 contaban con solo tres bolsillos: dos grandes y uno pequeño. Con el paso del tiempo, el diseño se adaptó a las nuevas necesidades del consumidor y las exigencias del mercado de la moda.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Levi Strauss retiró temporalmente los remaches para ahorrar metal, un recurso crucial en tiempos de conflicto. Más tarde, en los años 60, muchas marcas optaron por eliminarlos o rediseñarlos luego de quejas de consumidores por rayar muebles o dejar manchas de óxido.

A pesar de estos ajustes, los remaches y el bolsillo pequeño han perdurado como símbolos de resistencia y estilo. Incluso hoy, cuando el denim se reinventa constantemente en cortes como slim fit, boot cut o mom jeans, estos elementos tradicionales siguen presentes, recordándonos que detrás de cada prenda hay una historia de innovación y funcionalidad.

En Puerto Rico y en otras regiones de América Latina, los llamamos mahones; en España, tejanos; en Argentina, pitusas. Sin importar el nombre, esta prenda ha logrado trascender generaciones, manteniendo viva la esencia de un diseño que nació para resistir y que terminó convirtiéndose en ícono global.