Las puertas del Hospital Santa Casa en el municipio de Nuevo Horizonte de Sao Paulo, Brasil, fueron testigos de la fidelidad de una mascota que no dudó en posarse sobre la entrada de la clínica, esperando a su dueño por 4 largos meses, en los cuales logró ganarse el cariño de los trabajadores del sitio, quienes le daban comida, agua y hasta una especie de cobija para que durmiera en las noches. Su dueño había fallecido hace mucho tiempo.

Durante su paciente estancia, el perro fue visto por Cristine Sardella, quien compartió la historia del animal el pasado 27 de Febrero en su Facebook. “He oído que es alimentado por algunas personas. Esperando por el dueño en vano, pero el amor que alimenta por el dueño es eterno. Observo también el respeto que el personal de la Santa Casa tiene por él", publicó junto con un par de fotos del perro. 

La historia conmovió de tal manera que, tras 2 semanas de una gran difusión en las redes sociales, el canino fue adoptado por Leticia Fátima Nawas Botoluci, una trabajadora del hospital de 30 años.

Leticia, que conocía al perro que se alimentaba de esperanza en las puertas del hospital, decidió elegir un nombre acorde a su lealtad: Campeón.

Campeón compartirá residencia con otro canino que pertenece a Leticia. Antes de la adopción, el perro fue llevado al veterinario para ser desparasitado y vacunado. 

“Como él siempre se quedaba allí, nunca pensé en adoptarlo, pero cuando lo llevaron al canil para ser adoptado, me quedé triste. Por suerte, él acabó huyendo del canil y regresó al hospital, fue ahí que me quedé más emocionada con su historia y, para no perderlo, decidí adoptarlo ", relató Leticia, la nueva dueña de Campeón. 

Historia digna de recordar junto a la del famoso Hachiko, el perro que esperaba el arribo del tren. Una muestra más de la fidelidad inagotable de las mascotas.