A sus 14 años de edad ingresó a la universidad, y ahora a sus 18 se graduó Magna Cum Laude del Departamento de Ingeniería Mecánica (INME) de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez (RUM).

Se trata de la joven Hazel Thais Rivera Rosario, quien ya fue admitida al programa doctoral de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Cornell, en Nueva York.

"Al principio yo fui homeschooler (recibió educación en su casa). A los 13 años, pude tomar el College Board. Cuando se me presentó la oportunidad de poder entrar a la universidad, inicié con el programa de traslado articulado de la Universidad de Puerto Rico-Bayamón y luego de dos años, pasé aquí, al Recinto Universitario de Mayagüez. Siempre quise estudiar ingeniería porque me gusta esa combinación entre ciencias y matemáticas y me apasiona la aerodinámica", indicó Hazel en declaraciones escritas.

Mientras estudiaba ingeniería, Hazel también cursaba otro bachillerato en el Conservatorio de Música de Puerto Rico, en la ejecución del violonchelo, por lo que durante su jornada académica se integró al Departamento de Banda y Orquesta.

"Estuve en la Orquesta de Cuerdas y fue una experiencia excelente. Tuve la oportunidad de ir a muchos sitios a tocar, incluso de ser solista en una pieza que me dedicaron", dijo.

La colegial cautivó la admiración de sus pares desde que interpretó la Zarabanda de la Cuarta Suite de Bach con su instrumento en la audición para ingresar orquesta cuando tenía 16 años. 

“Sacó perfecto en su audición, algo que es casi imposible. Lo que interpretó para mí ese día fue un concierto maravilloso. Yo me quedé sin palabras cuando me dijo que empezó a tocar con tan solo tres años”, relató Santos Torres Toro, maestro y director de la orquesta.

De igual forma, Hazel se unió al equipo de Aero Design, en el que diseño aeronaves en pequeña escala. Sus esfuerzos allí le ganaron el respeto de sus colegas y las responsabilidades de líder de rendimiento de la división micro, explicó David Serrano, catedrático y consejero de los proyectos especiales de INME.

“Estuvo en el micro el primer año y luego lideró el equipo. Aprendió mucho y se echó el trabajo encima. Estuvieron más de un mes sin electricidad, pero aun así hicieron un buen papel, obteniendo el primer lugar en presentación y el tercero en diseño”, comentó Serrano.

Por otro lado, en verano de 2016 estuvo en el Glenn Research Center de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), donde desarrolló un manual de especificaciones técnicas que hoy ayudan a los ingenieros en el uso y mantenimiento de herramientas y piezas de construcción de naves espaciales.

Luego, en el 2017, se destacó en el Departamento de Ingeniería y Aeroespacial de la Universidad de Florida, donde trabajó con tratamientos experimentales de agua. De hecho, actualmente se encuentra nuevamente en el NASA Glenn Research Center, laborando en el área de hipersónicos.

Durante su temprana juventud, la novel ingeniera estableció una iniciativa de alcance comunitario para dar a conocer el instrumento del violonchelo.

"Desarrollé un proyecto llamado Tras la nota de mi violonchelo, y es que siempre que iba a los sitios me preguntaban que si era una guitarra o un violín. Así que quise llevarlo a los diferentes escuelas y universidades para todo el que quiera aprender de una forma divertida. Toco música de las películas y videojuegos que la gente ha escuchado antes y asocia a momentos lindos de su vida. El enfoque es revelarle a quienes me escuchan que el violonchelo y la música clásica están en muchas de las cosas que aman. Fue una experiencia bien buena ver cómo los niños reaccionan a la música, es impresionante", señaló la joven.

En su paso por el RUM recibió la beca Dr. Andrés Calderón y en el Conservatorio la beca Pedro Flores.

“Lo más bonito que me ha pasado en el Colegio han sido todas las personas que he conocido durante los últimos cinco años. Sin mis amigos de la Orquesta, de Aero y todos los de Mecánica, yo no me hubiera atrevido a hacer las cosas que logré y la universidad no hubiera sido la misma”, mencionó.

"Ser colegial es representar a Puerto Rico", concluyó.