Como la mayoría de ustedes, he probado de todo un poco para intentar bajar unas libritas pues, aunque me veo flaca, tengo áreas de mi cuerpo que siempre sufren el embate navideño, como por ejemplo los famosos “handles” en el área de las caderas y los muslos.

Por más que trato de que no crezcan, no obedecen y me obligan a trabajar fuerte para mantenerlos en control. Bueno, siempre comienzo el año con fiebre de gimnasio y dieta. Por más que uno trata de encontrar una solución mágica, nos damos cuenta de que todos los sistemas que mercadean para recuperar la buena forma dependen de lo mismo: disciplina y sacrificio.

No importa si haces Keto, Fasting, Atkins, o si te atiendes con un nutricionista, nadie se escapa del sacrificio. Quien diga lo contrario, miente y si usted ha intentado rebajar, lo sabe. Lo más importante, sin embargo, viene después: el mantenimiento.

Esta vez, durante el año 2021, me propuse lograr mi peso ideal, tonificar y mantenerme. Esto último me resultó imposible en el 2020, pero ahora lo voy a lograr. Ese balance diario entre la actividad física y la buena alimentación es lo más importante y lo más difícil. Me he dado cuenta también que no debemos apresurar el paso, es mejor ir poco a poco, pero avanzando. Así evitamos dolores musculares, lastimaduras o que nos rajemos a mitad de camino.

Trabajar en grupos es algo muy recomendado y, si podemos incluir a la familia, mejor. Nos respaldamos unos a los otros y nos supervisamos los unos a los otros para garantizar cumplimiento. Bueno, ya comencé y me siento muy bien. Lo más difícil ha sido aguantar el pico, pues aún quedan algunas fiestecitas familiares por ahí. Pero aunque sea a medio pocillo, tenemos que comenzar.

Ahora me dio con correr bicicleta para variar un poco; ya la mandé a pedir. Dicen que lo bien aprendido nunca se olvida, espero que sea cierto pues hace mucho tiempo que no me monto en una. Tenemos que hacer lo que sea necesario por añadirle movimiento a nuestras vidas, de la forma que sea. Aunque sean cambios pequeños, siempre serán significativos. Caminar 30 minutos, subir escaleras en vez de usar el ascensor, todo cuenta. En la alimentación, bajar las porciones, leer las etiquetas y hacer ajustes que, aunque pequeños, sean constantes. Esta es la verdadera fuente de la juventud y depende de nosotros. Así que regalémonos vida en el 2021, sudando y alimentándonos mejor. Ya comencé, luego les cuento.