Me hice la falsa ilusión que el período de confinamiento nos había hecho entrar en conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger los espacios naturales que tanto disfrutamos. ¡Me equivoqué!

O, por lo menos, parece no ser una verdad que aplique a todos. Se llena uno de rabia y vergüenza, al ver nuestras playas llenas de basura, sin que mucho le importe a quienes allí pasaron un buen día. Parece que piensan que eso le toca a otros y que tienen el derecho de dañar y afectar los recursos naturales de todos. ¿Cuán difícil puede ser echar al zafacón o llevarte de la playa la basura que te corresponde? Ahh, y si en el camino encuentras basura de otro, como buen ciudadano, también la recoges. Es una acción sencilla que habla tan bien de quien la realiza.

Lo que más me revienta es lo segura que estoy de que quienes crearon ese basurero en la playa, mientras ensuciaban, se llenaban la boca criticando al Gobierno sobre lo que hacían o dejaban de hacer, pero no se aplicaban las críticas a su comportamiento. Si no podemos ni siquiera echar la basura al zafacón, ¿cómo pretendemos cambiar al mundo y criticar a quienes ocupan puestos públicos en el Gobierno?

Tenemos que practicar la responsabilidad y el cumplimiento de nuestro deber ciudadano antes de reclamarle a otros que lo cumplan. Las campañas para promover responsabilidad en el cuido de nuestras playas y recursos naturales deben ser permanentes, como también los esfuerzos para intervenir con quienes hagan caso omiso y violen la ley. Esa es la cara de nuestra Isla a quienes nos visitan y es triste que la falta de consideración de dos o tres afecte su belleza.

En los pasados días me he dado la vuelta por la playa, con mi familia. Siempre recojo la basura que me encuentro al llegar y me llevo la que genero durante el día al salir. Debo decir que, contrario a lo publicado en la playa de Isla Verde, las personas con las que me encontré, todas recogieron la basura que crearon, dejando el área lista para que otros la disfrutaran.

Es lo menos que podemos hacer por nuestra Isla. Tenemos que insistir en el reclamo de responsabilidad y continuar practicándola cuando nos toque. Nuestra Isla lo merece.