“¡No pienso tener un perro más! Se acabó. Cuando mueren, sufro demasiado y no estoy pa’ eso”.

La mayoría de los que disfrutamos la presencia de una mascota en la casa siempre decimos lo mismo. Pero, el tiempo sana, quedan los recuerdos bonitos de la pasada mascota, en mi caso Lupita y Nacho, y vuelve a la cabeza la ilusión de un nuevo integrante.

Ningún perrito sustituye a otro, claro está, pero siempre se encarga de llenar el espacio con su toque particular. Por eso creció la familia y ahora somos cinco, nuevamente.

Ofelio es un hermoso perrito sato de cuatro meses que fue visto por la veterinaria de Morena, la Dra. Alexia Simeonidis, en un mirador cerca de donde vivo. Ese día no tuvo éxito tratando de rescatarlo a él y a su hermanito, Bruno, pero días más tarde llegó, por petición de la veterinaria, una rescatista quien logró llevarse a Ofelio. Pero faltaba Bruno, su hermano. A los pocos días también fue rescatado, esperando que una familia llena de amor pudiera acogerlo en su hogar.

Ayer llegó Ofelio a nuestra casa y todos estamos muy contentos, sobre todo mis dos hijos, Adrián y Miranda, quienes fueron los que seleccionaron su nombre. Bueno, para ser precisa, Morena está asimilándolo y todavía no he podido descifrar si está contenta o no, pero ya se acostumbrará y comenzará a jugar con Ofelio de la misma forma que lo hacía con Lupita. Ya inicia la lucha por los espacios favoritos de la casa. Los muebles, las esquinas de la sala, el patio. Morena comenzó a marcar terreno, pero Ofelio resultó ser un perrito insistente. Terminarán negociando, de eso no tengo dudas.

Desde que murió Lupita, mi perrita salchicha, estaba esperando el momento de poder abrir las puertas de mi casa a otro animalito, y por fin se me dio. Quería que fuera rescatado, pues mucha gente en las redes, con razón, lleva años recomendándome que considerara adoptar. Por eso cuando vi esta historia supe que ese perrito de hocico negro y con la más bella pinta de sato, iba a ser parte de nuestra familia. Así es que llega Ofelio y ya se ha hecho sentir. Un perrito súper alegre y cariñoso, que ha llenado de alegría nuestro hogar.

Siempre que me preguntan, sobre todo padres y madres que recién comienzan su difícil tarea de criar a sus muchachos, les recomiendo que integren una mascota a la familia. Es un complemento importante, pues se convierten en parte de la familia y del proceso de formación de nuestros hijos. En el proceso de alimentarlos, pasearlos, cuidarlos y enseñarlos, todos participamos, convirtiéndose en una actividad familiar que disfrutamos muchísimo.

En casa hay perros desde que nacieron mis hijos. Ofelio será el cuarto. Todo el que pueda, debe darle la oportunidad a uno de estos animalitos que están en espera de que un corazón noble los adopte para poder mejorar su calidad de vida. Debo resaltar la labor que realizan los grupos de rescatistas, demostrando un sentido de amor hacia la vida. Cuando uno ve esas caritas llenas de amor, resulta imposible resistirse a la posibilidad de abrirles un espacio en nuestros hogares.

Como ya saben, habrá un nuevo protagonista en las historias de mis redes sociales a partir de hoy. Démosle la bienvenida al gran Ofelio. Ya veremos...