Para el licenciado Carlos Díaz Olivo, la difícil situación que le tocó vivir, al perder en un incendio su apartamento, se convirtió en una oportunidad para comenzar una nueva vida. “Dios nos regaló una nueva oportunidad para vivir”, expresó el también analista a quien tuve la oportunidad de entrevistar en mi programa de televisión la semana pasada.

Al tenernos acostumbrados al verbo fuerte y análisis político incisivo, a los televidentes les sorprendió, incluida esta que escribe, la emotiva entrevista brindada por Díaz Olivo. Tomando una excepción a su habitual renuencia a discutir públicamente temas de su vida privada, el licenciado describió la pérdida como una situación muy difícil, al sentir que perdió parte importante de su vida. No solo documentos profesionales como su biblioteca personal y apuntes sobre sus clases de derecho, sino también objetos y documentos de incalculable valor sentimental.

“Las casas son un centro de acumulación de recuerdos de toda la vida”, explicó Díaz Oliivo, explicando que perdió cartas de sus padres, dibujos de sus hijos y muchas otras cosas que atesoraba y formaban parte de su vida. Fue, precisamente, este aspecto sentimental el que lo impulsó a compartir su experiencia públicamente, de forma que otras personas que podrían sufrir o hayan sufrido una situación similar pudieran utilizar sus recomendaciones como referencia.

Lo más importante ante este tipo de sucesos, según el licenciado, es enfrentarlo con la actitud correcta. En su caso, nadie perdió la vida, lo que resulta un motivo para agradecer. Desde esa actitud de agradecer a Dios, comenzar a resolver los imprevistos que la tragedia nos presente y comenzar nuevamente a vivir.

Al ser un educador de vocación, el también profesor aprovechó la ocasión para dar recomendaciones específicas que nos permitan a todos estar preparados para la eventualidad de un incidente como éste. Comenzando por comprar y ubicar en un lugar estratégico un extintor, preferiblemente cerca de la puerta. También recomendó evitar tener cosas de valor en el piso y colocar los documentos importante en bolsas u otro tipo de protección contra el agua. Instó a que, dentro de lo posible, se identifique un seguro que nos permita atender estas emergencias. Por último y no menos importante, que tengamos siempre lista una mochila con una muda de ropa y artículos de primera necesidad.

Todos estamos expuestos a este tipo de emergencia, por lo que nos sirve de mucha ayuda escuchar el testimonio de quienes han tenido que enfrentarlas en carne propia. Debemos actuar de manera preventiva para evitar estos incidentes, pero como nos dice Carlos Díaz Olivo, si nos tocara vivirlo, debemos enfrentarlo con la misma actitud que él ha demostrado.

En mayor o menor grado, todos hemos tenido que enfrentar alguna situación incómoda que nos obliga a sacar lo mejor de nosotros para poder superarla. No importa la magnitud ni las circunstancias de la emergencia, una buena actitud será siempre la herramienta más eficiente. La que nunca puede faltar.

Nos alegra muchísimo que las pérdidas sufridas por Carlos y su familia, hayan sido sólo materiales. Le deseamos lo mejor y le agradecemos el haber compartido su experiencia.