Con su nuevo tema, René Pérez nos obligó a buscar en nuestros recuerdos para encontrarnos con nosotros mismos. Genial por demás el utilizar el número telefónico de antaño como metáfora para evocar nostalgia y recuerdos. Fue una de mis partes favoritas de la canción.

El de casa era el 739-8397... Ya fuera echando los 10 chavitos o llamando collect, era el número al que llamaba para comunicarme con mami y papi.

La canción “René” es una obra de arte y llega en un momento oportuno. La intensidad con la que se vive y el surgimiento de un mundo paralelo en las redes sociales hace necesaria una continua autoevaluación sobre quiénes realmente somos. Muy fácil perder el rumbo y olvidar nuestra razón de ser. La manera más contundente de traernos a la realidad es con una sacudida emocional como la que logra la nueva canción de Residente.

Para la mayoría del país, que crecimos en familias de pocos recursos, es fácil identificarnos con la narrativa que presenta el tema musical: la violencia en nuestras comunidades y la pérdida de amistades a causa de ella; el compartir con nuestros hermanos y familiares; el esfuerzo por echar adelante y los sacrificios de nuestros padres por regalarnos un mejor porvenir. Nada como recordar estos tiempos para curar cualquier dolencia emocional.

La alta dosis de honestidad y transparencia que transmiten las rimas de René, permiten que su canción sea una conversación con su

público. El impacto ha sido sorprendente, trascendiendo generaciones y clases sociales en diferentes partes del mundo.

Lo presentado por Residente en su canción es una realidad universal que no se limita a Puerto Rico. A todos nos aplica el llamado de la canción, nadie se escapa de esta realidad. La rutina y el tiempo nos pasa por encima y hace falta de vez en cuando hacer contacto con nuestra esencia. Con lo que nos define como seres humanos: la familia, los viejos amigos, la escuela donde estudiamos, el barrio, nuestro país de origen. Todos símbolos que llenan el alma y nos hacen sentir vivos. Por eso hoy aplaudimos a René, pues logró remontarnos de forma mágica a los tiempos que nos formaron para que nunca se nos olvide de dónde vinimos.

A los nuevos cantantes les enseña a poner empeño en la letras de sus canciones, de forma que además de poner a la gente a menear las caderas, hagan palpitar sus corazones. Residente ha demostrado que se pueden lograr ambas cosas.

Ya incluida “René” en mi playlist de canciones favoritas, para cuando haga falta hacer la llamadita al 739 -8397 en Cidra.

“La rutina y el tiempo nos pasa

por encima y hace falta de vez en cuando hacer contacto con nuestra esencia. Con lo que nos define como seres humanos”