Cuatro años atrás, un día como hoy, esperaba con ansias que pasara la semana para que el pueblo ejerciera su derecho al voto y poder conocer los resultados. Una experiencia inolvidable, pues en aquel entonces la vida me ubicó en el centro del proceso democrático de mi país.

Esta vez me tocará, nuevamente, acudir al centro de votación, pero como una electora común y corriente. Allí iré a cumplir con mi deber ciudadano, al igual que la mayoría de ustedes, mis queridos lectores. Tan importante como acudir a las urnas, es hacerlo de manera cívica y respetuosa, como siempre los puertorriqueños lo hemos hecho. Nada se gana ofendiendo y lastimando al que pueda tener una opinión distinta a la tuya, pero que en su corazón tiene también los mejores deseos para nuestro país.

Las elecciones pasarán y la vida seguirá su curso, procure usted no cargar con enemistades producto del proceso. Mucho menos problemas familiares.

Este pasado fin de semana, compartí con un grupo de amistades y el tema obligado eran las próximas elecciones en Puerto Rico y los Estados Unidos. No fue una conversación tensa ni pesada, por el contrario, llena de opiniones y risas. Cada cual defendía sus causas y candidatos, pero también se los vacilaban y disfrutaban de los memes y parodias de cada uno de ellos. Los más aplaudidos fueron los personajes de El Show de Raymond y las obras maestras de los influencers Alastor y Juanpi, quienes se han botado dando rienda suelta a su imaginación.

La pasamos muy bien, nadie discutió con nadie y aunque la alegría fue lo que predominó, también sobró tiempo para el análisis serio. Así debe ser y es la invitación que les hago, de cara a las próximas elecciones. El voto es algo muy serio y una gran responsabilidad. Así se tiene que tratar y es la forma de ejercerlo. Ahora, eso no implica que tienes que ofender ni ridiculizar a quienes piensan diferente. Tampoco afectar una amistad o una relación de familia. Se vale tratar de convencer a otros sobre tus posturas, pero debemos evitar tratar de imponer.

Respaldar a un candidato o a el otro, no te hace más o menos inteligente que nadie. Dependiendo las circunstancias de vida y visión de cada cual, pueden existir razones válidas para que dos personas, actuando con igual sentido de responsabilidad, escojan diferentes opciones. Eso debemos respetarlo, de eso se trata la democracia.

Esta última semana será inevitable que los ánimos se vayan exacerbando, sobre todo entre aquellos más cercanos al proceso político. Ahí deben los candidatos ayudar a evitar que las pasiones no se desenfrenen. Hasta ahora, parece que así está ocurriendo, pues no he leído ni visto actos de violencia en ninguna parte. Así deben continuar las cosas, en paz y respeto.

Que el próximo martes sea uno donde prevalezca la democracia. Que la familia puertorriqueña pueda acudir con tranquilidad a los centros de votación, se cuenten todos los votos y al final, hagamos un compromiso de colaboración con quienes salgan electos. Puerto Rico nos va a necesitar a todos.