El próximo viernes sube el telón en Caguas para “Sé lo tuyo”, mi nuevo show de comedia que estaré presentando junto a Raymond Arrieta. Desde ya, estoy sintiendo esas cosquillitas que siempre me acompañan antes de subir al escenario. A Raymond le pasa igual. No es para menos, pues la responsabilidad de quedar bien con el público es enorme y para eso hemos invertido largas horas de creación y ensayos.

Esas cosquillas a veces se complican y nos ponen de carreritas, es todo parte de la misma emoción, de ese deseo de agradar a quienes con su respaldo nos permiten ganarnos la vida haciendo lo que nos apasiona. No tiene que ver con estar o no preparado, tampoco con llevar mucho o poco tiempo sobre las tablas, pues los más veteranos hablan también de ese sentimiento pre-show que tanto disfrutan.

Una vez se encienden las luces la cosa cambia y la adrenalina nos empuja a dar el máximo y a disfrutar con el público de nuestro trabajo. No es sólo en el teatro, en todos los escenarios profesionales, antes de un momento importante sentimos ese cosquilleo sabroso, indicativo de que nos importa lograr un buen resultado. El maestro antes de comenzar la clase, el cirujano antes de la operación y así por el estilo, debemos todos sentir el peso que supone lograr emplearnos al máximo para lograr un producto de calidad en el servicio que ofrecemos.

Los que trabajamos en el arte, donde la valoración y apreciación tiene un carácter subjetivo, nos vamos acostumbrando a que no existe veredicto unánime, aunque siempre aspiramos a lograrlo. Nos esforzamos porque todos disfruten de nuestro trabajo, pero somos conscientes de que aún haciendo el mejor trabajo posible, puede que algunas personas no lo disfruten. Debemos entenderlo como normal y aprender a respetarlo, con ello podemos poner todas nuestras energías en prepararnos de la mejor manera sin miedo a la crítica, que sabemos no faltará. La meta es que quienes disfruten, sean siempre mayoría.

Con eso en mente hemos trabajado para “Sé lo tuyo”. Un “stand-up comedy” picante, sólo para adultos, pero con buen gusto y balance. Con parodias musicales, bailes y mucho vacilón.

Estoy muy contenta con lo que logramos crear y con el trabajo del equipo que incluye a Tony Mojena como productor y a Axel Cintrón como director, entre muchos otros colaboradores.

Les miento si les digo que no estoy ansiosa, pues, como siempre me pasa, estas cosquillas sabrosas se han apoderado de mí. ¡Qué bueno! Eso significa que me importa, que vale la pena el tiempo invertido. El día que deje de sentirlas, será indicativo de que llegó el tiempo de retirarme. Los esperamos en Caguas este fin de semana que, gracias a Dios, las funciones están totalmente llenas. Esperamos que disfruten del espectáculo, tanto como nosotros disfrutaremos regresar a las tablas después de tanto tiempo. ¡Allá nos vemos!