Generación post-pandemia
Tendrán enormes retos, al tener que enfrentar una economía lastimada, de oportunidades reducidas, lo que nos obligará a todos a trabajar más fuerte.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Me llamó la atención la conversación que tenían mis hijos sobre la pandemia y cuándo las cosas regresarían a la normalidad. La más chiquita hablaba del distanciamiento social como lo más importante, presumía con el uso de la palabra, pues entendía que estaba utilizando un vocabulario rebuscado. Era tema, además, el uso de la mascarilla y la efectividad de los distintos tipos que existen. El lavado frecuente de las manos, el uso de hand sanitizer y todas los nuevos hábitos incorporados a sus vidas y lo importante de los mismos. Ahora, el tema principal era su deseo de que todo regresara a la normalidad y cuánto extrañaban su formato tradicional, presencial, de clases.
El mayor, Adrián, le brindaba esperanzas a su hermana, diciéndole que pronto encontrarían una vacuna, tema que no es muy simpático para ella pues para vacunarla siempre ha sido un poco complicado. Pero, incluso para los niños el tema de “la puya”, como le dicen los de casa, se convierte en secundario si los ayuda a regresar a la normalidad, la cual ellos están conscientes nunca será como antes. Cuando les pregunto qué tipo de educación prefieren, sin titubear me responden que la tradicional, y qué bueno.
Si bien la educación a distancia se ha convertido en una alternativa en tiempos de pandemia para educar de forma segura, la tecnología no puede sustituir el proceso formativo que logra la experiencia social presencial. Esa interacción en los periodos de recreo y en las actividades extracurriculares es tan importante como lo académico. Me alegra mucho que lo extrañen, pues sería trágico que se acostumbraran a compartir exclusivamente en los entornos cibernéticos.
Como a mis hijos con su escuela, la falta de lo que se había tornado habitual nos ha llevado a valorarlo. Sobre todo nuestra interacción social, que la entendíamos permanente y segura, ahora la añoramos y estoy segura que una vez la ciencia cree las condiciones para que volvamos a practicarla de forma segura, la gran mayoría lo hará sin dejar de practicar los hábitos aprendidos durante la pandemia.
Los nuevos hábitos que la pandemia ha incorporado a nuestra vida, se mantendrán presentes en las generaciones post-pandemia, muchos debieron estar desde mucho antes. El uso de mascarillas y el lavado frecuente de manos será algo que se mantendrá por mucho tiempo y debemos anticipar que será distintivo de las nuevas generaciones. En nuestras casas ya los ajustes los visualizamos permanentes. Tenemos identificado dónde la gente puede lavarse las manos y tenemos hand sanitizer siempre disponible. Las mascarillas son parte de la canasta básica de compras, para asegurar que nunca falten en la casa y en el carro. Pienso además, que el concepto de familia se ha fortalecido. Nos hemos conocido aún más y hemos redescubierto la importancia y conveniencia de ayudarnos los unos a otros.
También nuestra casa, el hogar como espacio vital y lugar sagrado para nuestra convivencias sale fortalecido de la pandemia. Prender la estufa volvió a estar de moda y comer juntos en familia.
Habrá sin dudas, una generación post-pandemia fortalecida en muchos renglones, sobre todo con nuevos hábitos que harán menos probable el surgimiento de una nueva pandemia. Igualmente tendrán enormes retos, al tener que enfrentar una economía lastimada, de oportunidades reducidas, lo que nos obligará a todos a trabajar más fuerte.
Necesitamos además una actitud post-pandemia, más solidaridad con la naturaleza y nuestro medio ambiente. Dentro de los retos y preocupaciones naturales que surgen durante estos periodos de crisis, tengo mucha esperanza en que las herramientas desarrolladas nos ayudarán a salir adelante.
Posee un bachillerato en relaciones laborales de la UPR, Río Piedras y una maestría en administración de empresas de la Universidad del Turabo. Comenzó a destacarse a principios del 2000 como comediante y animadora de radio y televisión. Desarrolló una sólida carrera como presentadora en programas tales como "Pa' que te lo goces", "Anda pa'l cará" y "Dando candela". En el 2014, comenzó su propio programa de TV, "Alexandra de noche" y al presente conduce "Alexandra a las 12". En 2017 incursionó al teatro con su stand up comedy "La casi casi primera dama", reconocido como uno de los más exitosos de todos los tiempos al vender más de 50,000 boletos en sobre 50 funciones. Se ha destacado además, como productora de teatro. Alexandra está casada con el Dr. David Bernier, excandidato a la gobernación de Puerto Rico, y es madre de Adrián y Miranda.
Sin maquillaje
La actriz y presentadora comparte varias de sus experiencias como madre, comunicadora y promotora de la cultura.