La competencia que tenemos los padres y madres de esta generación contra los vídeojuegos y otras alternativas pasivas de entretenimiento, es muy fuerte. Por eso, tenemos que emplear toda nuestra creatividad para poder hacerle frente.

Este pasado fin de semana nos reunimos un grupo de amigos y sus hijos para organizar una carrera que denominamos el “Prende empuja’o 5K” y una bicicletada con igual nombre. Pusimos todo nuestro empeño para que fuera lo más formal posible, con camisetas alusivas, números y hasta medallas. La pasamos súper bien, nos reímos y sudamos un poco. Lo mejor de todo es que ya tenemos varias fechas para eventos similares y que nuestros hijos están muy motivados.

Claro, para que esto funcione los padres tenemos que participar con entusiasmo. Es la única forma. En mi caso, me vestí para la ocasión, prepararé alimentos y en la casa solo se habló sobre el “Prende Empuja’o 5K” durante toda la semana. Me aseguré de crear expectativas entre mis muchachos, como si se tratara del San Blas en Coamo.

Aprovechando el entusiasmo, al otro día los corredores nos montamos en bicicleta para hacer una improvisada bicicletada que, al igual que la la carrera, nos permitió tiempo de sano entretenimiento con nuestros hijos. Debo señalar que me sorprendió favorablemente el notar la fiebre creciente de personas haciendo ciclismo en la isla. Las tiendas de bicicletas tienen agotados sus inventarios y por las calles frecuentan los vehículos cargando sus bicicletas en ruta a los lugares donde, de forma segura, puedes rodar en contacto con la naturaleza.

Tenemos que involucrarnos y acompañar a nuestros muchachos para animarlos hacia la actividad física. Asegurarnos de que la pasen bien. Siempre me la paso inventando, si no es para el monte, es para la playa. Igual si me quedo en casa, tratando de lograr ese balance entre TikTok, vídeojuegos y la actividad física. Ese esfuerzo, ese tiempo que invertimos planificando para pasarla bien con nuestros hijos, vale la pena. Lo bien que nos sentimos cuando los vemos felices. Claro, luego de que se llega, un bañito y se vale una rato de entretenimiento digital.

La meta será siempre el balance, pues no podemos tapar el cielo con la mano y dejar de reconocer la popularidad entre los muchachos de las distintas redes sociales y juegos digitales. Claro, la supervisión no puede faltar, como tampoco el control del tiempo que emplean consumiéndolos.

Este fin de semana me fue muy bien con mis hijos y quería compartirlo con ustedes. Seguiré planificando e inventando razones para poder compartir en familia.