El fin de año siempre invita a la reflexión. Es el momento ideal para revaluarnos y hacer los ajustes necesarios para el futuro. Esas son las famosas resoluciones, que me parecen un ejercicio que todos debemos hacer.

La mejor forma de establecerlas es mirar las del año pasado y ver cuales no cumpliste. Por ahí tenemos que comenzar, por lo que se nos quedó pendiente.

Podemos anticipar que serán varias, pues el año 2020 tiene que haber sido, por mucho, el peor año para cumplir resoluciones. Así que estamos autorizados para utilizar los huracanes, temblores, pandemias, tumultos políticos y todo lo malo que trajo el 2020, como excusa para no cumplir con las metas del año. Ahora sí, para el 2021 la presión es mayor pues tenemos que cumplir con las que quedaron pendientes y las nuevas.

En mi caso, se me quedó pendiente escribir el segundo libro, se me atrasó y no pude terminarlo. También darle formalidad a mi canal de YouTube, pues me enfoqué en crear contenido para las otras redes sociales. Mejorar mi alimentación se quedó corto, pero en ejercitarme mejor, cumplí.

Claro, llegaron cosas que no esperaba como el debut como cantante con La Misma y otras misas sueltas. Así que estoy llenando la agenda del 2021, asumiendo que soplarán mejores vientos. A eso debemos apostar, a que el año próximo será mejor y que nuestro ímpetu para lograr nuestras metas será mayor.

Las dificultades del año que termina, en vez de desanimarnos, nos hicieron fuertes y nos prepararon para lo que viene. El tiempo perdido, las oportunidades tronchadas, las resoluciones incumplidas quedaron en el pasado; el nuevo año no será fácil, pero será mejor.

El 31 de diciembre brindaré, como de costumbre, pero esta vez al terminar el conteo regresivo no perderé un solo segundo, al instante comenzaré mi lucha del 2021, con más determinación que nunca. Como hice el año pasado, aquí les comparto algunas de mis resoluciones: el libro que dejé pendiente lo terminaré y, por mis pantalones, voy a grabar un disco con La Misma.

Si la gente compra el libro o escucha el disco, no lo sé y no es importante en este momento. Pero yo los voy a hacer, con todo el amor del mundo. Mi alimentación cambiará y comenzaré a subir contenido en Youtube de manera formal para ampliar mi alcance en las redes sociales y otras resoluciones familiares de mucha más importancia. Bueno, estas metas son la parte más importante de la despedida de año.

Saca tu papel y prepara tus resoluciones. Conviértelas en guía para planificar tu futuro inmediato y comienza sin demora a cumplirlas.

Mis mejores deseos para todos. Muy agradecida de que me hayan acompañado en esta sección durante el pasado año. Aquí los espero el próximo año, con la primera columna del 2021.

¡Feliz Año Nuevo!