¡Llegué a los 42!
Yo me he hecho una que otra cosita, para verme un poco mejor, no muchas.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Llegué a los 40, sin darme cuenta.
El tiempo me pasó por encima. Ahora, el próximo jueves, 23 de enero cumplo 42, ya los 50 están sacándome la lengua. Recuerdo que, de adolescente, veía a las cuarentonas bien mayores. Hoy soy una de ellas. La verdad que me siento muy bien, llena de energía y orgullosa de las canitas que peino. Me alegra y agradezco a Dios, permitirme haber vivido cuatro décadas. Más importante aún, haber podido vivirlas con intensidad y alegría. Haber sido madre dos veces, esposa y ganarme la vida haciendo lo que me gusta.
Los cuarenta son una etapa importante, pues ya uno ha vivido lo suficiente para entender cómo son las cosas y nos queda energía para seguir experimentando. El efecto de los años sobre la gente, tiene mucho que ver con la actitud con la cual se reciben. Además, con los hábitos y estilos de vida.
Sacar tiempo para ejercitarnos, comer saludable y no faltar a los chequeos médicos de rutina, resulta fundamental. Se vale cualquier cosa, siempre que no haga daño a la salud.
Yo me he hecho una que otra cosita, para verme un poco mejor, no muchas. Pero si para sentirme bien me tengo que estirar un poco más adelante, lo voy a hacer. Nada malo, que cada cual haga lo que quiera, dentro de sus posibilidades para sentirse mejor.
Tengo amigas que han convertido la dieta y el ejercicio en forma de vida, otras se han hecho todas las cirugías plásticas posible, terapias anti-aging y pellets, entre otros.
Ya tengo los reviews de todo lo que existe para tratar de hacerle un poco de trampa al tiempo, si algún día lo necesito y puedo hacerlo, lo hago. Claro, nada de eso funciona, si falta actitud y deseos de vivir. La verdadera fuente de la juventud es querer ser joven y esa la controlas tú, no el médico.
Mantenernos activos y no aislarnos de la sociedad. Esto último resulta fundamental. Necesitamos interacción humana, hablar con gente, salir a janguear con los amigos. Quedarnos atrapados en la oferta de Netflix y las redes sociales poco a poco te irá enajenando del bañito de pueblo que tanto nos ayuda a sentirnos vivos. Evitar a los vampiros de energía que se nos cruzan en el camino para hablarnos mal de todo el mundo y traernos cargas emocionales innecesarios. Esos, aunque tengan 40 años de edad, se sienten de muchos años más, pues cargan con sus penas y las de todo el barrio.
Los problemas hay que enfrentarlos cuando nos lleguen, no salir a buscarlos. Tampoco andar de batalla en batalla por todo lo que ocurre en el mundo, tenemos que definir nuestro ámbito de juego y vivir de acuerdo a nuestra realidad. Definir nuestras prioridades y establecer un plan de vida que trataremos de impulsar cada día. No hay tiempo que perder, ya sabemos que la vida pasa rápido por lo que tenemos que procurar aprovecharla al máximo.
Estoy contenta con todo lo que he logrado en mis 42 años, pero me quedan muchas cosas pendientes. La vida termina el día que no tengamos una causa por la cual luchar, un plan que seguir. Por eso tengo mi calendario lleno, hasta los 100 años. Por el momento, me toca celebrar mis 42.
Posee un bachillerato en relaciones laborales de la UPR, Río Piedras y una maestría en administración de empresas de la Universidad del Turabo. Comenzó a destacarse a principios del 2000 como comediante y animadora de radio y televisión. Desarrolló una sólida carrera como presentadora en programas tales como "Pa' que te lo goces", "Anda pa'l cará" y "Dando candela". En el 2014, comenzó su propio programa de TV, "Alexandra de noche" y al presente conduce "Alexandra a las 12". En 2017 incursionó al teatro con su stand up comedy "La casi casi primera dama", reconocido como uno de los más exitosos de todos los tiempos al vender más de 50,000 boletos en sobre 50 funciones. Se ha destacado además, como productora de teatro. Alexandra está casada con el Dr. David Bernier, excandidato a la gobernación de Puerto Rico, y es madre de Adrián y Miranda.
Sin maquillaje
La actriz y presentadora comparte varias de sus experiencias como madre, comunicadora y promotora de la cultura.