Siempre que comienzan los Juegos Olímpicos, en mi casa la televisión queda secuestrada por dos semanas. No se habla de otra cosa.

Esta vez, son unos juegos muy especiales. El simple hecho de que se estén realizando, a pesar de la pandemia, es una enorme victoria para los organizadores y para todos los atletas. Hubiera sido muy fuerte para esta generación de deportistas que el Comité Olímpico Internacional se viera forzado a suspender los juegos a causa de la pandemia, pues se preparan toda la vida para ese momento. Pensar que en cuatro años podrían volver a intentarlo no es real, pues muchos logran su punto deportivo óptimo en ese momento específico.

Mucho tienen que agradecer a las autoridades deportivas y gubernamentales de Japón que, afortunadamente, pudieron superar todos los retos y encender el pebetero olímpico este pasado viernes en una hermosa ceremonia que el pueblo de Puerto Rico pudo ver a través de Telemundo.

Como acostumbran, la apertura estuvo llena de colorido y emoción, pero esta vez la inclusión y la equidad tuvo un rol protagónico. Por primera vez, los portadores de las banderas eran dos, un hombre y una mujer por país. La más hermosa de todas las banderas, nuestra monoestrellada, fue cargada por Adriana Díaz y Brian Afanador. Imposible no verlos entrar al Estadio Olímpico sin uno emocionarse. Verlos tan contentos y orgullosos representándonos nos lleva a identificarnos inmediatamente con sus sentimientos.

Ya iniciaron los eventos y con ellos comenzarán los resultados y las historias que siempre nacen de estos eventos.

Debemos estar todos atentos al desempeño de nuestros atletas, sin olvidar que la ruta hacia Tokio fue una dificultosa donde les tocó enfrentar el reto de la pandemia. Que sepan nuestros atletas que acá en Puerto Rico los estamos respaldando y que sus ejecutorias serán protagonistas por las próximas dos semanas. Que, independientemente del resultado, el esfuerzo y la dedicación que han puesto para llegar hasta Tokio es motivo suficiente para hacernos sentir orgullosos.

Estas próximas semanas los invito a incluir como parte de su agenda la programación de los Juegos Olímpicos que estará transmitiendo Telemundo. No hay que ser experto en deporte para disfrutarla, pues las historias humanas que nacen en estos eventos, muchas veces, terminan siendo tan o más fascinante que la ejecución deportiva. Así que compre alguna gorrita o camisa del COPUR, así también coopera, póngasela y prepare ese galillo para gritarles fuerte a los nuestros.

¡Arriba, Puerto Rico!