Durante la Serie del Caribe, Franklyn, el dueño del puesto de verduras que hace esquina en el area de Garden Hills, Guaynabo, me hizo una apuesta. Aprovechando que mi esposo se paró a comprarle algunas cosas, le pidió que grabara un mensaje en celular para mí.

Con su acento dominicano y singular sentido del humor, Franklyn apostó un racimo de plátanos a su equipo, la República Dominicana.

“Si perdemos, te llevo el racimo al programa de televisión, pero si ganamos tienes que venir a trabajar una hora al puesto”. Fue la propuesta de Franklyn.

Ante el emplazamiento público no tuve otra alternativa que aceptar. No habían pegado el último out cuando ya, Franklyn, me estaba reclamando cumplimiento. Como me tardé unos días en responder, buscó ayuda para cobrarme.

El comediante Chicho Rodríguez se unió a su “equipo de defensa” y envió un emplazamiento público por sus redes sociales que aumentaron la presión entre mis seguidores para que cumpliera con Franklyn.

Así fue. Luego de que me reclamó por las redes y fue al programa de televisión, salí para su puesto de verduras a ayudarlo a vender. La pasamos súper bien. Vendimos par de viandas, aguacates, jugos, pero sobre todo nos reímos muchísimo.

Esta historia habla también del ingenio y creatividad de Franklyn, un hermano dominicano que lleva muchos años en nuestra isla trabajando duro y echando pa’lante. Además de ser un fajón, saca rato para pensar como promueve su negocio.

Este invento de la apuesta le ganó promoción en televisión y redes sociales de forma orgánica y natural. Algo bien hecho y con la simpatía que hace falta para que la gente lo disfrute. A lo mejor no se lograba, pero él lo intentó. Aprovechó la ocasión de La Serie del Caribe para hacer su esfuerzo de promoción.

Mira si se las sabe todas, que ganaba como quiera pues al llevarme el racimo de plátano al canal, seguramente como quiera hubiera salido en cámaras y en las redes. Así que la movida de Franklyn fue genial. A él no se le hace difícil, pues es una persona muy auténtica, simpática e inteligente. Pero sobre todo siempre está en buena actitud y eso le ayuda a identificar las buenas oportunidades para su negocio.

Así debemos andar por la vida, con los ojos bien abiertos y atentos a nuevas oportunidades. Dejar la timidez a un lado y atrevernos a hacer las cosas. Lo peor que puede pasar es que nos digan que no y de eso nadie se ha muerto.

Donde menos te lo imaginas puede abrirse una puerta, pero nunca la verás si andas con la cabeza abajo. Tenemos que llenarnos de ánimo y estar dispuestos a dar la milla extra, además de trabajar fuerte dejar fluir nuestra creatividad y atrevernos a innovar e inventar nuevas cosas.

Cuando pasen por el puesto de mi “hermanazo” Franklyn párense a comprarle algo, las verduras son frescas y los jugos naturales los mejores. Véanlo además como un ejemplo de empuje y lucha, que bien nos conviene replicar en lo que sea que estemos emprendiendo en nuestras vidas.