Nunca me he destacado en los deportes, por lo que me he limitado a ser una espectadora. Uno no disfruta lo que no domina, por lo que es natural que vaya buscando actividades afines con sus talentos. Por eso siempre fui más de talent shows que de eventos deportivos.

Ahora, “después de vieja”, me ha dado un guille de atleta que yo misma estoy sorprendida. No es que mis destrezas hayan mejorado, si no que he desarrollado una manera distinta de ver las cosas.

Mucho ha tenido que ver el haberme encontrado con un grupo de apoyo como los Freddy’s Runners, capitaneados por un deportista con mentalidad amplia. La vibra que ahí se respira cuando se reúnen para correr, te hace sentir como en familia y te hace consiente de que se compite todos los días contra uno mismo. Contra tu propia fuerza de voluntad, contra las ganas de hacer las cosas, contra las excusas que siempre encontraremos en el camino para no hacer lo que nos conviene.

Debo reconocer a este gran deportista, el señor Freddy Rodríguez, quien con tanta pasión crea las condiciones propicias para entusiasmar a todo el que se acerca a su grupo, procurando cambiar su estilo de vida a uno de mayor actividad física. Este pasado fin de semana, ese entusiasmo colectivo permitió realizar una carrera de 10 kilómetros para ayudar al Colegio San Gabriel, que atiende a la comunidad sorda. Allí fuimos de todos un poco, desde atletas de alto rendimiento hasta caminantes. Pero, todos haciendo nuestro mejor esfuerzo por superarnos.

Por alguna razón, al terminar la carrera, llena de adrenalina y alegría por haber cumplido mi meta, me motivé a utilizar este espacio para invitar a mis lectores a que busquen alguna actividad física para incorporarla a su estilo de vida; la que sea. Puede ser una caminata sencilla diaria o una rutina sencilla de aeróbicos, pero tenemos que movernos.

Como los Freddy’s Runners, hay otros grupos en distintos puntos de la isla que se reúnen para ejercitarse. Los invito a visitarlos y unirse, estarán sin dudas probando de la verdadera fuente de la juventud. Cuando uno se ejercita se siente con ánimo, pone a correr el cuerpo y controla los factores que nos hacen propensos a enfermedades. Si puede incorporar a la familia mejor, pues se convierte en una actividad donde podemos compartir tiempo de calidad.

Bueno, como ven, estoy “enfiebrá” y quería compartir mi lucimiento con ustedes para tratar de animarlos. Espero encontrármelos próximamente trotando o caminando rapidito por algún lugar de Puerto Rico.